miércoles, 31 de agosto de 2011

Otra vez la Iglesia carajo...


Por Andrés Pascual



       Sospechosamente, después de excarcelar al último histórico del presidio político (1991, salida de Mario Chánez de Armas, 30 años después), también desaparecieron los “importantes” que visitaban a Cuba y a los cuales se les entregaban listas de presos; eran, por lo menos, 30 nombres solicitados para someterlos al filtro personal del tirano por visita; por supuesto, el tipango “soltaba” los que quería, sin causas políticas muchas veces y a ninguno de los que le pedían.

       El investigador Jacques Cousteau fue uno de los últimos que, en 1985-86, llevó su listica y Castro le preparó 22 calzoncillos, Bruno Salas y Mongo Grau entre ellos, los puso a vivir en el 2do. piso del Edificio # 1 y, el Día de las Madres de 1986, ex carceló a un grupito que nada tenía que ver ni con la lista ni con los plantados, no había vuelos hacia acá, por lo que varios de ellos, como Carlos Alvarez Oquendo, de Mantilla y causa de 1979 por los sucesos del Cometa, 10 años de sanción por Piratería, viajaron a España; otros esperaron la reapertura del puente en 1988.

       Durante esa época, el “consigliori castrista a cargo de la famiglia” llamada Episcopado Nacional, con rango de presidente del mismo, Carlos Miguel de Céspedes, no era solo un vocero de la tiranía, sino un cabildero aquí, en Estados Unidos; pero el Período Especial fortaleció a la Iglesia Católica por medio de Caritas, que se convirtió en un mercado popular paralelo gratis.

       Fue en esa etapa que el tirano criticó la eficiencia laboral del cubano comparándola con el trabajo de unas monjas en alguna dependencia de La Habana, a las que llamó “increíbles” por todo y lo bien que lo hacían…solas.

       Allí, posiblemente, elucubró el asalto por la sumisión total de la Iglesia. Nadie sabe y tampoco debe dudar, cuánto haya aportado a las santas arcas del Vaticano para que, sorpresivamente, Juan Pablo II dignificara al arzobispo de La Habana, Monseñor Jaime Cardenal Ortega y Alamino, sin aparentemente un ripio de condiciones ni de experiencia superior, como uno de los cardenales con voto en el corazón del aparato eclesiástico.

       Ortega es un elemento de Castro y peligroso, un elemento “raro” al que, posiblemente, le hayan chantajeado para utilizarlo; o, quizás, ni falta hizo.

        Con Ortega, a falta de aquellas personalidades útiles para las peticiones de presos hasta 1986, recuperó la dictadura el elemento necesario entre sus rehenes, presos metódicos en carácter mercantil y sus libertades socorridas por países como España, activa en las gestiones de arreglo del potaje con la Unión Europea, que impide la normalización por la exigencia, bajo palabra y revisado, del respeto a los Derechos Humanos.

         Una vez un diputado echó pa’lante al cardenal al declarar, ante el Parlamento Español, que Ortega le confesó que el tirano II le había informado que los ex carcelados serían deportados hacia allá, lo que se aprecia claramente en la “operación salvadora del castrismo”.

         El hombre fue más lejos y dijo que Ortega había sido enviado a Bruselas, a la sede de la Unión Europea, a cabildear imploratoriamente para que se abandonara la posición común y aceptaran otra, más común todavía, que gire hacia la concesión sin compromiso. Parece que en Cuba no creen en los encantos ni del “canciller” ni del “presidente de la asamblea” ni, mucho menos, en ningún general, activo o retirado, a cargo de cualquiera de las funciones en el aparato tiránico-dictatorial.

         Carlos Miguel de Céspedes dijo hace poco que la relación entre la tiranía y la iglesia castro-comunista marcha viento en popa y a toda vela, mejor que en muchos países y yo no lo dudo; tampoco me pongo bravo, ahora, cada vez que puede, trato de convencer a alguien en Cuba del contubernio diabólico Iglesia-Dictadura para que la abandonen; a fin de cuentas, según Jesús, cada cuerpo humano es un templo de Dios y le zumba el mango que tipos como los que dirigen la desprestigiada casa pastoreen a corderos que, desde hace más de 50 años, son victimas de un sacrificio sangriento y cultista sin misericordia.

          Hace un par de días, uno que compone y canta, Pablo Milanés, dijo que Cuba necesitaba “más libertad” y Ortega “no atendió” a una Damas valientes que el propio cantante se arriesgó a dignificar…Si se les pudiera fusilar a todos y no se hace, que siga Castro allí mil años, sin dolor ni remordimientos lo digo.

Mejor solos que con el cardenal Ortega


Por Andrés Pascual



      Monseñor Jaime Cardenal Ortega y Alamino parece cualquier cosa menos un “siervo de Dios”; es más, si me aprietan, como a muchos representantes del aparato administrativo de la Iglesia, e incluyo a parte del  Colegio Cardenalicio, Obispado…les pongo a buen recaudo “la esencia divina”, porque no hay algo más diferente a Dios, a Jesús y al apostolado que muchas de estas “casas del señor”.

     El mundo actual, que se cae a pedazos, es la justificación absoluta de aquel genio literario-filosófico del XVIII, ateo acérrimo que fue capaz de concederle a la creencia en Dios la única posibilidad de controlar los instintos animales del peor de todos los concebidos: el ser humano.

     Cuando Voltaire escribió que “si no hubiera Dios habría que inventarlo”, reafirmaba los miedos y las esperanzas del hombre desde que comenzó a actuar con inteligencia como solo controlables a través de la Fe; o a la ausencia de esta como el verdadero principio del Armagedón.

     Pero la Iglesia de hoy enfrenta una conspiración todavía no localizable en su célula originaria: a pesar de los escándalos de los últimos tiempos, fuerzas poderosas que apuestan al desenfreno, al descontrol y a la anarquía en todos los sentidos, están a cargo de la desmoralización del aparato único de confianza del hombre a la hora de calmar la pena personal o el miedo en grupo y esto, con seguridad, hubiera sido considerado por los grandes pensadores de antes como un peligro mayor para la Humanidad que el problema que enfrenta con lo del abuso sexual a menores; eriza el solo hecho de pensar en una Iglesia sin poder y abandonada, porque una asociación atea mundial, que busca imponerse como dictadura sin igual en la historia, se interpuso entre esta y el hombre… ¿De dónde saldrá el valor para vivir la vida?, Porque está demostrado que el hombre de Fe es valiente, como no lo es quien no la tiene ¿Con qué se sustituirá la esperanza? ¿Cómo soportará el dolor una madre que pierda a un hijo cuando la realidad la asfixie, al reconocer solo el hueco a donde descendió el cadáver como morada final?

     La Cuba de hoy necesita a una Iglesia que complemente con el valor del misionero el rescate de su moral, su honor y su libertad. Para poder cumplir con ese compromiso, el aparato eclesiástico tiene que reconocerse en la verdad, la justicia humana y el hombre que la predique a cualquier costo que, para el sacerdocio, por su entrega a Dios, es la propia vida.

      La Iglesia no es un aparato que pueda justificar ni encabezar el esclavismo en ninguna de sus variantes, por eso sobrevivió a pesar de la Reforma.

     Entonces, a la Iglesia no se le pueden poner frenos, como ha intentado el Vaticano, cuando de tomar partido al lado de los luchadores por la libertad de Cuba se trate; el caso cubano, bien centrado en el Nuevo Mundo y vecino de los Estados Unidos, no puede obviar la tremenda influencia histórica del Norte super-desarrollado. A fin de cuentas, Cristo levantó al hombre y su idea y limpió las calles de Palestina del demonio del miedo en base a la Fe, que fue predicada y ordenada a continuar predicándose: 2000 años después, el pequeño país del Caribe, considerado la “llave del Golfo”, exige la conducta de la iglesia en igual nivel de honestidad, decisión y coraje que ayer hizo el primero de los mártires de la religión que lleva su nombre.

     Esa Iglesia de hoy en Cuba, encabezada por un cardenal que quizás no merece su título y tal vez le fue concedido para crear una base sólida de importancia en un momento de necesidad popular, aunque de pérdida de terreno de la fe cristiana en el país, provocado por el discurso ateo de muchos años; por el adoctrinamiento y por la proliferación del culto afro satánico, no está en disposición de ayudar a rescatar ni la libertad ni el pleno convencimiento de la idea divina.

     Cuando Ortega y Alamino clamó por el cese de la represión contra las Damas de Blanco y, a su vez, por el de las protestas del exilio contra artistas castro-comunistas que visitan la ciudad y las colocó en un rasante comparativo de igualdad, hacía realidad la sospecha de que esa Iglesia, por tener ese cardenal al frente en Cuba, forma parte importante del grupo de desgobierno que esclaviza al país, por su apoyo no tan velado, que va desde darle la espalda a la defensa de esas valientes mujeres, hasta pretender, desvergonzadamente, comparar una acción con la otra. O desde haber oficiado misa por la recuperación del tirano sin haberse arrodillado, posiblemente, a implorar por la paz del alma de Orlando Zapata.

     Si Ortega y Alamino no es capaz de entender por miedo cómplice que las protestas de Miami son de apoyo a las Damas de Blanco; porque se dirigen contra quienes en Cuba las reprimen, ese es su problema; pero el pueblo debe saber que, durante lo que reste de camino hasta la libertad total, mejor solos que mal acompañado por la Iglesia, no por el aparato como tal, sino por un representante tan mezquino, indigno, cobarde y manipulado por la tiranía para todo  como el Cardenal que se gasta, del que se desconoce aún la otra cara de la moneda escondida en el caso de las ex carcelaciones que le tuvieron como supuesto intermediario.

     

Ahora queda por ver si...


Por Andrés Pascual



       Hay un “follón” de opiniones sobre la actitud de Pablo Milanés ante la tiranía; ante el experimento de oportunistas, come-mierdas, ladrones y criminales que desde hace 58 años llaman Revolución: el tipo dejó de ser castrista y no le va a cantar más (debe ser a Raúl, porque la primera diarrea casi seguro no puede oír las loas y consignas); sin embargo, no dice nada contra el “fenómeno revolucionario”, de hecho, lo apoya, ni contra el comunismo como ideología esclavizante…

       Yo no fabrico ideas, no vendo sueños ni pesadillas; pero digo las cosas como las siento más que como las veo: Pablo sigue tan atado a la dictadura como siempre, pero quería jugar en Grandes Ligas y lo logró, solo que falló 4 veces al bate, tres por ponche y un fly al catcher.

     En realidad, el concierto fue un fracaso en lo económico, sin embargo, como pudo poner de parte de la dictadura (totalmente abiertos al mundo), a gente como Carlos A Montaner o Miguel Cossio, pues se puede decir que, en lo político, tuvo un éxito relativo a pesar del repudio voluntario de un pueblo oprimido por quienes el canta-autor apoyó y apoya.

    Dicen que Cuba Debate lo criticó, pero no fue Taladrid; por acá lo hizo Inmundo García y es en la respuesta de Pablo a esta rata que veo lo único regularcito que ha hecho jamás: lo puso donde va sin dejarle espacio a la manera como le gusta al tipango aplastar a gente que no tienen elementos ni verborrea para enfrentarlo; bien por pena, por decencia, por desconocimiento o porque esconden cosas que el compromiso de Barnet sabe y no quisieran compartirlo en público, porque tampoco le pueden dar un derechazo justo a la boca…pero Pablo lo hizo porque está autorizado por La Habana a hacerlo; porque este (Inmundo), que se fue por problemas de índole delictivo común, cree que es bienvenido por la dictadura por hablar mierda aquí, sin entender que, porque se fue, nunca logrará ser considerado allá como revolucionario, sencillamente, como Max Lesnick, Aruca…son útiles hasta que quieran los que mandan.

     A Silvio lo hizo la Robolución, a Pablo no, este tenía talento para triunfar sin Castro.

     Pero, en el ámbito internacional de izquierda, en América Latina, en España y dentro del público juvenil cubano, la contribución al “boom Pablo” por parte del Dpto Ideológico del Partido tuvo tanto que ver como en el caso Silvio, a través de la difusión de canciones a las tragedias de esos pueblos, si existían, especies de payolas políticas o al estilo del promotaje mexicano del espectáculo, que llenan porque regalan un taco y una bebida.

     Pablo, como Silvio, en lo personal, devolvían el gesto con una canción epopéyica, militante, confrontadora al caciquismo explotador pro imperialista yanqui y así arengó a los chilenos con “Yo pisaré las calles nuevamente”, que tanto le gusta a Alberto Mueller, que la consideró en el programa de José A Albertini un “clásico”, claro, hablo de un tipo que fue capaz de “fundar” con otros en la prisión el partido marxista-cristiano, con celdas oficinas para reclutar “personal” y cuyo objetivo era destruir el presidio político plantado proceso calzoncillos.

      Todavía Pablo no ha hecho semejante reclamo en cuanto al exilio o a la oposición dentro de Cuba. Como que su problema es de rencor, pues puso una curita de mercuro cromo que contemple, además, el buen recaudo ante la presión de la caldera que ya comprobó que está en el límite soportable; entonces mejor nadar de orilla a orilla, como el relevo 4 x 100, pero de espaldas.

      Queda por ver qué dirá Alarcón, que tanto le gusta que le pregunten para no decir nada, sobre lo que Pablo ha expresado; también si lo vuelven a “invitar” a la Tribuna y lo que diría; si vuelve a cantar en un concierto “para la juventud” y cuántos asistirían además de las Damas de Blanco como reciprocidad de gesto.

      Si todas esas cosas y otras le salen a Pablo “jorobás”, entonces está muy molesto por lo de la negativa a permitirle la Fundación; está por verse si la dictadura comienza el trabajo de virarle al público que siempre lo considero “mejor que Farrés” y lo que diría ese público que “le abrió su corazón” durante 42 años; lo que puede pasar y José Abrantes es un ejemplo relativamente cercano. Quiero leer lo que la cronista de La Habana de hoy escriba, por cierto, sospechosamente, aún no ha dicho “esta boca es mía”…por algo será, aunque siempre habrá un mañana para todo. O estará analizando con Macho el material de su promotor Carlos A Montaner.

      A mi modo de ver, es muy tarde para que metan una guayaba envuelta en la partitura de Pobre del Cantor o de Yo vivo en una sociedad perfecta, por lo menos para mí, “se les fue la guagua”.


sábado, 27 de agosto de 2011

Democracia con salideros, no...


Por Andrés Pascual



       Hace màs de un año que escribí un artículo para Nuevo Acción titulado “Hombres de Castro en la disidencia”; precisamente, porque en aquel momento se produjo una proposición por un miembro excarcelado de la llamada Primavera Negra del 2003, de apellido Alvarez, parecida a la que hicieron desde la Isla “74 opositores” con respecto al embargo y a las visitas a Cuba sin restricciones para nadie.

       Yo no tengo dudas de que entre la libertad de Cuba, los medios para lograrla y la unidad necesaria entre todos los que la reclaman existen intermediarios del castro-comunismo cuyo objetivos es impedirla…allá y aquí; propios y extraños.

       No le creo a nadie, a estas alturas, que diga que propone como acto de buena fe la suspensión del embargo a la tiranía castrista. A fin de cuentas, aquella medida de 48 años no fue un abuso contra un inocente; sino un castigo a un ladrón que el tiempo y los acontecimientos convirtieron en un símbolo de la lucha contra la dictadura y un arma de la oposición, respaldada juiciosamente por el gobierno de Estados Unidos…

        Para darle de comer al pueblo no se ha necesitado nunca del levantamiento de las sanciones ni para “cogerle un salidero a una gotera de un techo particular de hombres de a pie”, para eso se requiere amor por su país como dirigencia; voluntad de mejorar la situación económica y cesar la política, que nunca debieron iniciar, de reprimir al pueblo por la vía del hambre y del terror como canal de concentración de poder para eternizarse en el mismo tiránica y dictatorialmente; porque el castrismo se implantó en la Isla y sobrevive gracias a la combinación de hambre y terror impuesto a la población. En democracia, sin absolutismo criminal de grupo de poder ni sucesión familiar monárquica de mentalidad medieval, nunca hubieran existido las sanciones impuestas

        Cuando en 1977 Barbara Walters cuestionó a Castro sobre lo beneficioso del levantamiento de las restricciones, el tirano se burló y le dijo que “…para comprar autos, no; para comprar cuchillas de afeitar, no; para invadir el país del consumismo nocivo, no…” y, sencillamente, esa política, que es vigente y se debe entender como la única posible al revés, creen los defensores de la suspensión del embargo que ocurriría si se practicara su tesis.

       Lo otro que se tiene en cuenta, considerar al embargo como el tapabocas a la dictadura porque ya no habría justificación a los males, no es muy objetiva que digamos, porque esa tiranía siempre ha dicho lo que le ha dado la gana en la cara de todo el mundo, aun con pruebas incuestionables a la mano…o, ¿Acaso fusilar 3 inocentes que inentaron huir de ese infierno no es algo más grave que el embargo? Y el dictador, luego de un paquete de mentiras y justificaciones de cuanta violación del derecho civil existe, no solo lo presentó como un acto “revolucionario justo por la supervivencia de la Revolución”; sino que, por la vía de un documental de Oliver Stone para el mundo, lo reafirmó y colocó a varios implicados en plano de “autocríticos” contra su acción y a favor de la fe revolucionaria… ¿Cómo se tomó aquello; porque esos infelices solo pretendieron hacer lo que otros hicieron en 1994, autorizados por el propio Castro cuando la noria balsera? Como si con ellos no hubiera sido, sencillamente.

     En los últimos días la dictadura antillana volvió al rejuego de convertir en una Torre de Babel a la oposición, sobre todo, al alimentar el enfrentamiento entre los que están allá contra los que estamos aquí; entre lo “viejo y lo nuevo” al producirse la llamada Carta de los 74 que, casi seguro, se sugirió desde el cómodo asentamiento de algún potentado “exiliado” con un amanuense en la Isla.

      La única intención posible cuando se trata de dividir alrededor del embargo nace en la administración Obama hoy, como ayer lo fue en la de Carter o en la de Clinton y el objetivo que persiguen estos gobiernos demócratas, con algún apoyo republicano interesado, es el de controlar la riqueza económica del país con inversionistas, pero con el castrismo allí como capataz de esa gran finca, que no por gusto en las listas de reclamaciones a sus propiedades robadas hace 50 años, no aparece un solo cubano afectado: los castristas como capataces serían un negocio redondo que, para comenzar, no trae el lastre del sindicato independiente, así que ni compensaciones individuales por accidentes laborales entrarían en el compromiso entreguista.

       Esta política es de total apoyo de ciertos cubano-americanos, de algunos “vida muelle” de por acá como Joe García, Jorge Mas Santos o Carlos Saladrigas, a quien señalan como la mentalidad gris no solo detrás de la carta de los 74, sino de varias proposiciones entreguistas muy peligrosas para la libertad de Cuba.

       En estos días algunos comentaristas políticos poco objetivos o demasiado realistas en la acera equivocada, han sugerido que el asunto cubano debe quedar en las manos de quienes están allá, ¿Por qué? ¿Bajo cuál condición moral se desacredita al exiliado que, muchas veces, extinguió enormes sanciones carcelarias en la lucha por esa libertad que hoy le es negado hacer desde otro frente de batalla? ¡Ah! Pero el luchador ayer en las calles y montañas de Cuba y hoy desde el exilio, al que llegó desterrado, expulsado sin condiciones, es intransigente en su lucha, sin concesiones, sin paños tibios y eso, para los que no son verticales, es un obstáculo; ese es el problema que hay: intereses personales aunque haya que sacrificar la moral, el patriotismo y la vergüenza. Las circunstancias y el paso del tiempo demuestran que nadie puede luchar contra Castro dentro de Cuba si no tiene detrás, como fuerza motriz de todo tipo, al exilio.

       La aplicación de la llamada Ley 88 o Mordaza es cruel; pero en 1978 Nicolás Riverón Fernández fue a prisión con 8 años de sanción porque dijo: “Cuba no se puede desarrollar sin Estados Unidos al lado” “Cuba es un satélite de la URSS” y “Aquí no se puede hablar”; cuatro años después, el anciano Florencio Rodríguez recibió cinco por decir “el pan de esta gente no hay quien se lo meta…”; otro anciano, Gabriel Soto Cuesta, de 76 años entonces y con cáncer en el esófago, fue sancionado a 9 porque expresó “ustedes no cumplen con lo que logró Jesús Menéndez porque el diferencial azucarero es del obrero y no son nadie para quitárselo”, yo leí esas sanciones en prisión y muchos que estamos aquí. Riverón está en Nueva York. Nada de eso era tan grave; ni si lo hubieran dicho por teléfono a un show de prime-time de Miami ni puesto en un blog ni creído por nadie en su momento ni reconocido hoy cuando se habla de la Ley 88 como si fuera el fin del mundo. Esa ley es injusta, pero, ¿Cómo se puede nombrar aquella que sancionaba a un infeliz por decir algo en su desesperación?

       En el exilio no hay vida muelle para los luchadores, sí para las mentalidades adineradas que conceden y pretenden espacios de influencia a través de los cuales puedan repartirse una riqueza nacional que les queda grande. Vida muelle hubo en la disidencia ex oficialista como Espinosa Chepe, por eso se arrastran a los pies de los de aquí e, incluso, a los castrocomunistas aún y firman cartas, como ellos mismos, desprestigiadas… Antúnez no ha vivido la vida muelle, por eso se opuso ni Biscet…esos son la esperanza única de Cuba, digna de todo el crédito posible y están “allá adentro”

       Aparentemente, el apoyo a los viajes de los americanos, que es una curiosidad sospechosa no solo porque han viajado los que quieren burlando la ley; sino porque todo el resto del mundo lo puede hacer y lo presentan como una “solución docente-ideológica a los problemas del pueblo”, lo relacionan con el llamamiento del  Papa en La Habana consistente en “que el mundo se abra a Cuba” sin tener en cuenta la otra parte, “que Cuba se abra al mundo” para lo que  no cuenta el pueblo, porque nada decide; pero lo grave y peligroso es que la propuesta es a Obama y tiene como objetivo encubierto no solo eso; sino restablecer relaciones plenas con el castrismo, apoyado un consenso de la población cubana favorable para cumplir con efectividad las palabras recientes del Sec. de Agricultura, quien dijo que “el exilio no sabe nada de Cuba”, exactamente la posición del mercenario de aquí y de allá que dice, por interés personal, “lo apoyo porque esa gente son los que sufren”, como si el exilio verdadero nunca hubiera sufrido el crimen y la represión.

        ¿Cuál es la razón del interés por el viaje del americano a Cuba? ¿Qué los negritos de Jesús María se sumerjan en las aguas más contaminadas del mundo buscando una peseta? ¿Acaso se cree que los americanos van a ser habilitados con una habitación de cada casa cubana como aula en la que enseñaran principios de economía capitalista y manuales de derechos humanos a toda la familia? ¿Cuál es realmente el objetivo que esconde ese apoyo  más allá de beneficiar a un americano que, tal vez, nunca verían si no pueden ir a Cayo Coco?

       El problema de las visitas de los americanos a Cuba lo veo como una falta de respeto; porque a Cuba vuelan diariamente miles de cubanos residentes en el exterior que llevan más que la peseta que tiraría el americano en la bahía como acto de circo limosnero; o que el chiclet y el Marlboro que, dudosamente, pueda regalar.

       Pero por la parte más sensible, la de rescatar ideales perdidos por tantos años de imposiciones y de negación de la historia patria y universal a través del cuento sobre el modo de vida capitalista, ¿Cómo podría un americano expresar mejor algo relativo a lo malo que es aquello que un miembro de la familia que se fue con las manos vacías y, al año, regresa con muchísimo más de lo que dejó en calidad de ayuda única a sus penurias? Que también viaja con el ultimo juego de la NBA, de la Serie Mundial o de lo que hizo Kendry Morales en Anaheim en un compacto; con una olla Hitachi; o con gomas para una bicicleta, además, con todo el día y la noche para hacer el cuento de la situación real de aquí, en verdadero plan de instructor socio-político-económico y contando lo que paso en el barrio de al lado, que ellos nunca se enteraron, porque no tienen ni FOX  ni Telemundo. O explicándoles quién es Yoani Sànchez a una familia en Pinar del Río, Camaguey o el reparto la Corea en San Miguel del Padrón que, según muchos que regresan de visitas, allá no tienen ni ideas.

       El que pretenda imponer las visitas de americanos a Cuba como reflejo de lo que se puede lograr en democracia; o en carácter de ayuda popular; o como influencias a un cambio que del modo como lo piden sería en la forma de reprimir y explotar, no es más que un equivocado ante la realidad, que los debe haber en el grupo de los 74; alguien a quien utilizaron sin saberlo, que pudiera ser; o, como son la mayoría, espadones del castro-comunismo con reflejos en la Casa Blanca.




Entre la irresponsabilidad y el descaro


Por Andrés Pascual



       Resulta que un tal Ernesto Milanés, que hasta el gato que tenía era de la DSE, recibió una visa para viajar a Estados Unidos…

       El tipejo, presentado como “artista plástico”, negociante de “humidores”  de tabacos y de 43 años de edad, es un ex convicto de “10 añojos halados” por trafico de drogas, aunque se justificó con que “solo la consumía” y que la sanción se debió a un escarmiento (chivo expiatorio de rara factura) por ser el hijo de un criminal de alto rango del MININT y por lo cercano al momento de cometer un delito que es el “hobby” de la nomenklatura con la causa de Ochoa.

      Lo interesante es que le aprueben una visa a un cubano de la “nueva clase”, además, ex convicto por lo mismo que se la niegan a muchos otros,  ¿Por qué puede viajar aquí este tipo de elemento aun sin antecedentes penales? ¿Cuántos más han logrado colarse entre artistas, hijos de asesinos, novios de hijas de asesinos y asesinos ellos mismos y otros más? ¿A quién le toca fumigar un depósito de bacterias castrocomunistas, que solo los americanos han permitido que se infectara? o, ¿Acaso buscan que alcance el nivel de epidemia?

     Dicen que Milanés era amigo del encargado en primer rango de la Sección de Intereses; por una estola (no bufanda), que se pone al cuello muy a lo Alfredo Guevara, el muchacho parece “ganso”.

      ¿Un delincuente desde Cuba por la vía normal? Como no, a fin de cuentas, la tiranía le cambia los antecedentes penales, si es que le asentaron la causa, como hacen con la edad de los peloteros y los boxeadores. Se comenta que en Cuba se compran o se fabrican causas de la UMAP y del Presidio Político, solo se necesitan 5,000 dólares y un testigo; después de todo, en la Oficina sita en la Embajada de Suiza hay 20 agentes del G-2 trabajando por cada americano y las decisiones las toman los sicarios del MINREX.

     Lo que le zumba el mango es que en el período 1978-1988 hubo que soportar, en la prisión o en la propia Sección de Intereses, que un chicano, enviado como miembro de la Comisión Americana de Inmigración y Extranjería, le preguntara a cualquier preso o ex preso que “si era militante del PCC” y daba igual que tuviera en las costillas 3 que 33 balas de tiempo carcelario, sazonada con la negación de entrada a este país porque, en la sanción, esos H de P escribieron que “poseía una caja de fósforos en uno de sus bolsillos”, suficiente para considerar “un acto terrorista” el motivo del encarcelamiento.

        A principios del año pasado el J’ de la Sección de Intereses americana en La Habana, en una fiesta a la que invitaron solo a esbirros del régimen, permitió que Teófilo Stevenson, que oficialmente no puede venir a este país por desfigurarle la cara a golpes a un guardia de seguridad en el Aeropuerto de Miami y Chucho Valdés, buscado por evasión de impuestos en Nueva York, difrutaran el banquetón como parte de la comitiva sin ningún tipo de problemas.

      A Lucas Espinosa Coca, ex alzado con 23 años cumplidos de una sanción de 62, le negaron la visa en el Combinado del Este porque, “el alzamiento de Las Villas, (supuestamente apoyado por Estados Unidos) fue una acción terrorista”, dicho en su cara y en la de casi todos los que estábamos allí por un funcionario americano en 1985.

      La visa con la cual hemos viajado a este país los presos y ex presos políticos cubanos es la 207, promovida por el Departamento de Apoyo a Perseguidos Políticos bajo el Programa de Ayuda a los Refugiados de la ONU.     

     Estas son cosas que también se deben analizar a la hora de opinar sobre las supuestas razones por las que el pueblo de Cuba no esta en las calles “a lo Egipto o a lo Libia”; sencillamente, no creen en nadie, ni en los americanos ni en nadie y lo conocen todo, aunque parezca que no…














El efecto Montaner


Por Andrés Pascual



       Lo común es que, cuando un boxeador o un pelotero sea enviado hacia acá por la tiranía, le aleccionen acerca de lo que debe decir, con quiénes debe “juntarse” y en qué lugares puede hacer las declaraciones.

       Por lo general, la respuesta a la pregunta sobre el cambio de “soldado” del ejército ideológico de la dictadura a “entrante”, que es como clasifican las agencias que reciben y controlan al cubano que no escoge la opción “exiliado” es, invariablemente: “porque quería probarme en un nivel superior…”, ni millones ni Ferraris ni libertades… esa respuesta, buena para los americanos de ESPN y para los “latinos” que creen que pertenecen a esa cadena porque hay un portal “en español”, es una configuración ideológica hecha para que encaje en el molde de “lo políticamente correcto”, principio y fin del compromiso moral del liberal americano de hoy y de sus socios del área de habla español.

       No es posible que uno sea rechazado como lo está siendo Pablo Milanés y persista en la idea de cantar en Miami; sin embargo, no puede hacer otra cosa ni Hugo Cancio, a pesar de toda la mierda que ha dicho con bravuconería de que “no lo voy a suspender”; o el representante de Milanés.

       La verdad es que no pueden suspenderlo ni el artista ni los adyacentes porque eso no les compete, es una orden, “una tarea” de La Habana con total apoyo de la Administración Obama.

       Si Pablo Milanés fuera independiente y soberano se asilaba, porque, implícitamente, lo que busca la tiranía es que un extremista atente contra la integridad civil de uno de estos elementos para armar el escándalo “sobre sus cuerpo heroico” y desarmar al exilio con todo el peso de la ¿ley? Que no es otra cosa que el apoyo de la Casa Blanca y su partido.

       Pero el exilio no maneja su imagen así, nunca lo ha hecho; sin embargo, lo que no sé si conoce el cantante y debería, es que al castrismo le sobran quienes se arriesguen a hacerlo por órdenes directas de la dictadura; es decir, a Pablo Milanés puede meterle un tiro en la cabeza cualquier enviado, como Juan Pablo Roque, regresar a Cuba y asistir a la Tribuna a condenar con todas sus fuerzas el “milanescidio” y, mañana, Max Lesnick, Inmundo y todo el mundo estarán acusando de asesinos a la única, por última, porción de pueblo de Cuba que sostiene la bandera de la vergüenza, del decoro y de la verdad en la lucha por la libertad de la patria.

        En lo personal, sueño de todos los engendros castro-comunistas sean artistas, deportistas o limpiabotas, Pablo vino “a probarse” en las Grandes Ligas.

        Posiblemente el primer artículo que analizó la actuación del cantante en Miami a partir de un supuesto “valor de uso” para el exilio lo escribí yo: desde mi posición de exiliado, de anti-castrista recalcitrante que no concede nada, que cree que no habrá limpieza en Cuba ni regreso a ningún orden si no se puede “ajusticiar” a una buena parte no solo de allá, sugerí que se debería manejar esa visita para que, como ha tenido algunas fricciones por dinero (que es lo que rompe amistades o filiaciones de la mejor manera), las cosas que le había dicho a una revista española las dijera desde posiciones y en foros que le fueran inaceptables al castrismo, para que lo flagelaran y “lo hicieran tierra” desde Cuba más los que se encargaron de traerlo, para que el público afectado por el binomio, el “entrante migratorio cubano”, se decidiera con alguna razón por el bando que, hasta hoy, es su enemigo, para ver si Pablo podía hacer con esta comunidad interesada lo que hizo con los artistas castro-comunistas como Ana Belén y Víctor Manuel, es decir, que declararan contra los abusos del castrismo a través del apoyo al exilio por medio de la solidaridad con el individuo.

         Ya Pablo Milanés ni sabe lo que busca ni lo que es, ahora, lo que si esta claro es que pretende ganarle la competencia por el protagonismo en otro nivel a su rival mucho más beneficiado por la nomenclatura, Silvio Rodríguez quien, como parte de la vitrina en que han convertido la práctica de la “apertura” anunciada por el nuevo-viejo dictador, ha balbuceado bocadillos de “libertad de expresión a nivel de militante” preparados por el departamento del G-2 al efecto.

         En definitiva, Pablo tiene algo por dentro que no es un cambio de pensamiento ni para bueno ni para justo ni, mucho menos, patriótico, sino rencor contra quienes lo subestimaron al impedirle “el negocio” grande con lo de la fundación que no le autorizaron, lo que tal vez lo haya analizado, una vez que habló sobre el caso Obama y la tolerancia y aceptación de la sociedad americana de un negro en la presidencia, como un asunto de racismo.

         Pero lo que acaba de escribir Carlos Alberto Montaner en (¿dónde si no?) el Nuevo Herald sobre su bienvenida a Pablo es más rechazable y más peligroso que la propia actuación del cantante.

         En este tipo no debería creer ningún exiliado, es el mejor ejemplo del soldado mercenario pagado por los americanos de “la transición pacífica hoy”; ayer, por los mismos un poco más encubiertos. Recuerdo cuando se le acobardó y “enanizó” a Max Lesnick en un show de María Elvira de tal forma que repugnó; pero, sobre todo, me asquea la manera como auto-alimenta su ego de protagonista decisivo, de candidato de alto perfil para cuando Raúl llame a elecciones, lo que nadie debe dudar que estén planeando, por un puesto no de presidente, sino de ministro de algo con carácter intelectual que no lesione a Abel Prieto y con Yoani como vice.

          “Fulano, alta figura del MNINT o del partido, me dijo…”; o sea, el hijo de Ernesto tiene más comunicación con elementos de la tiranía para chismes de “buena tinta” que el Jefe de de la Seguridad del Estado, pero ¿Qué se cree este tipo?

           La bienvenida a Pablo por Carlos Alberto Montaner, en la que ha tenido el atrevimiento de casi sugerir que “a Batista lo pusieron los comunistas” y que este les agradeció con los ministerios para Carlos Rafael y Juan Marinello, más un “capítulo Neruda”, es parte de la conspiración contra el exilio en el afán de dividirlo más hasta destruirlo.

            Bajo ningún concepto se puede aceptar como confiable ni por error la posición de Montaner, porque el tipo se proyecta como un mercenario de la CIA de Obama; como una figura a la que le gusta el papel como lo promueve el socialismo europeo: “figura de alto nivel intelectual con proyección universal demócrata” o como lo consideran algunas figuras encubiertas dentro del ghandismo de hoy, tal Yoani Sachez: su padrino político, motor impulsor del dinero tras el pergamino ganado en competencias internacionales hipócritas.

            A pesar de lo que diga la dictadura, como hacen ante el Ajuste Cubano, es decir, atacarlo para desviar la atención del objetivo, este Señorón no es exiliado ni busca ni defiende la libertad de Cuba, sino el contubernio que le permita optar por la posición para la que lo entrenaron tanto los liberales y comunistas de Europa, como los americanos y el resto que quede.

            Sin dejar nada escondido, si me aprietan, tal vez prefiera a Pablo Milanés a mi lado que a este individuo; porque Pablo, bueno, ya se sabe…pero un tipo que quiere pasar como “tu gente” y lo que hace coincide con la forma como protege sus intereses la dictadura y la ayuda desde posiciones encubiertas de alta traición, son otros cinco pesos.



                                                         

viernes, 26 de agosto de 2011

Hay que conseguirles un TPS


Por Andrés Pascual



         Bien, algunos están hablando (Juan Manuel Cao, America TEVE) sobre el Ajuste Cubano con una versión muy propia del asunto, aunque lo saben todo. Como que es a favor de la Ley y de lo que le cuelga, pues cae del lado de buena para los “nuevos emigrantes” (siempre quiero llamarlos con una grosería; pero me lo van a censurar, entonces no vale la pena)

         Fue en 1966, durante la era Johnson y con el único objetivo de “acomodar a la creciente población cubana” en este país…nada de exilio ni de persecuciones ni de fusilados ni de presos ni de robos de la propiedad ni de…

        El activista pro derechos humanos grupo Bofill, también “enviado como cazador de Fidel a eventos internacionales”, ganó ese día el 95 % de la aceptación balsera mediante el célebre survey, pelota vieja en la forma de manipular a la opinión pública, utilizado por el 23, el 51 o el Herald en cuanto a la cantidad de fidelistas, de apáticos y de enemigos del exilio que son ambos grupos y su “predilección” ante asuntos de decisiones que contemplen la moral, la vergüenza y los principios patrióticos.

         No por gusto Pablo Milanés acaba de referirse al exilio como “creo que es una minoría que tiene que convencerse de su actitud obsoleta…”, si no existiera el Ajuste, tal vez lo hubiera podido decir desde la Tribuna en la cual tantas veces ha cantado en contra del propio destierro o de Estados Unidos, que no es únicamente la que está en La Habana no, Chile, España, Uruguay…también han sido ese escenario y nunca renunciarán a serlo.

          Hoy no sabe si uno de los embajadores de la tiranía con guitarra tiene razón en la cantidad que manejó. A “ojo de buen cubero”, esto está invadido y nadie puede negarlo, ¿Culpable? el Ajuste Cubano, ¿Beneficiada? La tiranía ¿Perjudicado? El pueblo de la Isla, porque, voy a utilizar la forma con la que me disgusta rematar este tipo de conclusiones a mi favor: “a la hora del almuerzo me voy a comer un bistec y a poner el canal de televisión que me dé la gana entre más de 200 que tengo y a dormir a pata suelta porque pagué todas mis cuentas sin recargos”

          Como que (según el presentador) el Ajuste Cubano no tiene nada que ver con exilio ni con viajes ni con remesas…como que el nuevo-viejo dictador se refirió a la comunidad de factura reciente como “de razones económicas”, lo que es verdad, pues los congresistas y los senadores, representantes del exilio, deberían ir buscando el apoyo entre colegas en Washington con la proposición de que esta nueva generación no sea elegible para la ley del año un día en opción a residencia.

          “PENSANDOLO BIEN” yo, que no me trago a Cao por antipático, por baboso, por autosuficiente y porque nunca lo he podido colocar en la acera de acá por la circunstancia de “un día si, mañana quién sabe cómo opinará”, tengo que felicitarlo porque, de la forma como abordó el asunto de la ley pro castrista, por lo que dio a entender, esta comunidad emigrante, sin principios, sin identidad cultural y sin moral la mayoría, lo que requiere es un papel tipo TPS que les autorice a permanecer aquí, como a los hondureños, hasta que la conexión de viajes “pueblo a pueblo” surta efecto; porque, nadie lo dude, como que “le hace mucho daño a la tiranía”, un día será… entonces pa’trá, como con  cualquier mortal que llegan por lo mismo, pero más trabajadores y con menos índice de peligrosidad delictiva que la mayoría de “los nuestros”.

       

      

miércoles, 24 de agosto de 2011

Con un corazon asi de grande


Por Andrés Pascual



       Es el del exiliado, el del desterrado, el del mafioso, el del intransigente, el del que tiene por líderes a elementos de la verticalidad y la clase de Luis Posada Carriles, de Arocena o de Héctor Fabián, por decir tres, aunque, como este material viene al caso, también debo colocar en la lista a Aldo Rosado, que mantiene este blog, acaso el mas temido por la dictadura de todas las publicaciones impresas o de la red, sin intereses gananciales, más bien perdedores. Un arma de combate que duele mucho contra los malos como la tiranía y beneficia a los que nadie sabe si son buenos, como una parte considerable del ghandismo opositor, pero bocón y reclamante contra quien no debe por mil y un factores.

        Hay que “darle al casette pa’trá” y conectar con la canción del surco 1, 2, 3, 4…hasta el 11 ½, que simbolizan años pasados, entre 20-49, desde que un familiar “integrado” en Cuba decía, para que lo oyera quien quisiera que, la mejor noticia que le podían dar después de almorzar, era que “una rastra le hubiera pasado por encima a su padre, a su madre, o a su hermano…” en Miami, porque él/ella eran comunistas que no querían saber nada de la gusanera. Yo escuché estas barbaridades cobardes y otras por el estilo.

         Y entraron al glorioso CDR y fueron presidentes, jefes de vigilancia… y chivatearon y se extremaron tanto que los comunistas de siempre se extrañaron y comentaron desfavorablemente de ellos, no por lo que decían, si no por demorarse tanto para hacerlo; por eso mismo, por “incorporación tardía”, les demoraron la entrega de “la llave que abría cualquier cerradura”: la militancia en el Partido de Fidel; en otros casos, nunca recibieron el carné, pero igual siguieron “integrados”. Para algunos, hasta hoy, el Mariel, las balsas, la compra de causas de ex presos políticos…contribuyeron a aliviarles las penas del alma, si tuvieron alguna vez.

          Entregaron los hijos, entregaron el alma y destruyeron con esa actitud a la República, que la tiranía no podía sin la contribución del miliciano “con parientes en el Norte”.

          Un día al Zar chulo se le ocurrió que los siervos voluntarios del feudo prostituido podían comunicarse con sus familiares; entonces le escribió al hermano a Miami o llamó al padre e intentó justificarse primero para pedir después. Pero el mafioso de aquí, el hijo de puta de aquí no necesitaba perdonar, porque nunca lo había alejado ni de su corazón ni lo había sacado de sus oraciones. Eso hizo el exilio…que, en lo personal, siempre lo justificaba con ¿Qué va a hacer el pobre, está allá…? Sentimiento que también justificaba la ambivalencia conocida como doble moral. Y fue a verlo “cargado” de vituallas y de dinero para comprarle “un frío” y un televisor en colores y volvió…y sacó al nieto, al sobrino, que lo han cagado soberanamente en la historia moderna de la tragedia cubana.

           La descendencia de aquellos, con semejante ejemplo, no podía sino “nacer torcida…” como el cuento del árbol que “nunca podrá enderezar su tronco”.

           Hoy el descaro, la falta de principios, de auto-estima no tiene límites en la población cubana nacida bajo el régimen; lo peor, es noticia en primera con fotografía y despliegue internacional.

            Una buena parte de la disidencia ghandista, protegida por el exilio desde que comenzó hace más de 20 años, tiene el atrevimiento de cuestionar a algunos exiliados de peso histórico en la lucha contra Castro mediante actitudes inaceptables por lo chantajistas, alimentadas desde aquí por algunos que “se abochornan y se acorralan” al creer el cuento de “están jugándosela allá dentro”, cuya finalidad es someter, influir y decidir en formas y manuales de la lucha que en nada los comprometen con la seriedad con que toma la tiranía al enemigo que puede hacer daño grave; a fin de cuentas, la disidencia es propiedad de la dictadura, hecha, alimentada y promovida por el Dpto de Contrainteligencia del MININT.

             Por eso el discurso cambió al plano inquisidor por parte de quienes tienen incluso el descaro de obviar la actitud de sus padres, tíos, hermanos…que, de ser mantenidos por la comunidad aquellos de ayer; estos de hoy, muchos en la disidencia o influidos por estos, acusan al exilio de “vivir a cuenta de ellos”.

              Sucedió con Nuevo Acción y el caso está bien desmenuzado en un cruce de cartas entre el director Aldo Rosado y un elemento de la nueva generación de “opositores”, un tal Roberto Guerra que no sabe ni la “a” del carácter abnegado de medio siglo de lucha.

               En lo personal, cada vez que alguien me pregunta qué pienso de esa gente, mi respuesta es “no creo en ninguno”, a fin de cuentas ni sé quiénes son ni cómo van a reaccionar ante estímulos que definen la capacidad moral y patriótica obligada; pero, cuando lo hacen, es de la peor forma posible de acuerdo a mis principios.

                ¿Qué haría con este elemento para terminar el “vivío” del dinero y las acusaciones insolentes y faltas de respeto? No les mandaría un solo quilo ni para ellos ni para los familiares, que la lucha por la libertad de Cuba exige el más absoluto desinterés, o ¿Acaso cree Roberto Guerra que alguien le dio ni una croqueta a decenas de miles de esposas, hijos…entre esas, la mía, en 30 años de lucha en condiciones de verdadero peligro y absoluta orfandad?

martes, 23 de agosto de 2011

Los Indeseables del Presidente


Por Andrés Pascual



       Ningún grupo social es absolutamente malo ni completamente bueno en cuanto al comportamiento ciudadano; por ejemplo, no todos los ilegales son de hábitos de aseo reñidos con los míos, pero, si usted ve en la sección de cafeterías de Westland Mall, en Hialeah, como lo presencié yo con otros testigos, a una joven mexicana, madre de 5, decirle a uno de sus críos que hiciera su necesidad debajo de una mesa vacía, después limpiarlo con el pamper que tenía puesto la que colgaba en uno de sus brazos, tirarlo sobre el excremento y salir como “si con ella no fuera”, se asusta…por tenerlos al lado. ¡Y hay chance!

        En México no hay control del pandillerismo ni del tráfico de drogas ni…los secuestros se ven tan familiares como al vecino de enfrente: a cualquier hora. Sin embargo, creo que no es en todo el país; pero, a la hora de considerar muy peligrosa la zona donde incide el problema, lo que se informa tiene carácter nacional: “por su clima de extrema violencia, no viaje a…México.

        Hace un par de días se produjo una balacera a las afueras de un estadio de balompié de una localidad mexicana, por poco se matan presas del pánico decenas de personas y el tiroteo no era dentro de la instalación, quiere decir que una gran parte del pueblo azteca sobrepasa los límites de la cordura para soportar el miedo: ya no pueden y, cuando se llega a ese extremo, la palabra que se debe utilizar es “terror” ¿Por qué no se califica al territorio como presa del terrorismo delincuente, narcotraficante o lo que sea? A mi modo de ver, porque habría que colocar a algunos allá y aquí en un capitulo “sui géneris”, nuevo, en la agenda de los que apoyan y patrocinan al terrorismo.

         De México no sé, pero ¿Quién puede explicar por qué cargamentos de armas enviados a ese país por la ATF, adjudicados a los fondos solicitados por Obama en los paquetes de estímulo, estén en manos de pandillas narcotraficantes que han ocasionado la muerte hasta de agentes norteamericanos? Si quiere ampliar sobre el dato lea a Armando González en la sección Opiniones del Nuevo Herald de hoy lunes 22 de agosto.

         Por el lado bueno del asunto, para salvar al presidente de cualquier escándalo, pregunto ¿A quién de los encargados de manejar esos envíos se le fueron de las manos irresponsablemente?

         Para embarcarlo está la forma como encubre al desviar u obviar la gravedad del problema el Ministro de Justicia, Eric Holder, provocando que gente boqui-sucia como yo, mal pensado como yo y como Roberto Luque Escalona con seguridad, le coloquemos el cartelito con la calificación, tan difícil como peligrosa de “manéjese con cuidado”, que contendría también la sugerencia, en vista de que no existe la investigación pertinente ni la voluntad por efectuarla que blanquee el objetivo, la seguridad y el beneficio de los programas al efecto, para que se juzgue por las instancias acreditadas a esta Administración por “patrocinadora del terrorismo” .

         El Pacto del Zanjón, documento de capitulación sin garantías impuesto por España durante la Guerra de Independencia de Cuba, que obligó al Ejército Libertador a cesar actividades finalizando la Guerra de los 10 Años (1868-1878), tuvo como repuesta la Protesta de Baraguá, hecha por el Titán de Bronce durante su entrevista con Arsenio Martínez Campos, en la que se ratificaba el desconocimiento del inmoral acuerdo entre pusilánimes, traidores y la Corona, con un llamamiento a las acciones cuyo objetivo supremo seguiría siendo la independencia absoluta.

         Por la extraña paz impuesta se produjeron dos hechos notables, dignos de considerarse a la luz de los acontecimientos de los últimos tiempos para Cuba: Antonio Maceo y Máximo Gómez marcharon al exilio en Honduras y República Dominicana, su regreso se produjo con las armas en la mano para iniciar las hostilidades en 1895.

         José Martí fue la figura cimera de prestigio, de moral intachable al que se le puede considerar como “iniciador de los viajes humanitarios”, de las remesas no, esas se enviaban a la tesorería insurrecta con miras a preparar la guerra grande, organizada y dirigida desde Estados Unidos por el Apóstol…

         Cuando Martí fue desterrado de Cuba dejaba toda su familia en la Isla; muchas de sus poesías, de sus artículos…dan fe del desgarramiento del alma de quien es, sin ningún tipo de dudas, “el más grande de todos los cubanos”.

          Entonces, utilizando el contubernio que desembocó en la paz contaminada, regresó para ser expulsado al mes, porque la estancia la empleó en contactar, en renovar los bríos, el sentimiento anticolonialista por la independencia absoluta, que rompió las reglas impuestas a través de discursos pronunciados por invitación en el Liceo de Guanabacoa o en La Habana, en los que instó a luchar, a mantener vivas las pasiones libertarias. Martí no regresó a exhibir chucherías ni a “comerse un lechón” con socios ni a predicar contra el exilio, ayer, primera; hoy, última huella del legado insurrecto de hace más de 100 años.

       A ningún elemento de la comunidad, herederos de quienes firmaron y accedieron al Zanjón, se le pide que sean como Martí, eso sería una blasfemia soñarlo. Como están los tiempos, ya no debe pedírseles nada, sino acusarlos en todos lados por su responsabilidad en la contribución a mantener viva a una tiranía que no puede envidiarle algo a la Colonia, a pesar de Weyler y la Reconcentración. La historia estará ahí como el fiscal magnífico y soberbio del juicio posterior contra estos elementos que de cubanos no tiene ni la “C”.

       No quiero a los ilegales a mi lado, aunque sé que todos no son iguales, a ese caterva de antiamericanos, capaces de arrastrar consigo el germen evidentemente desestabilizador y terrorista con categoría delincuente; no quiero a mujeres a mi lado en una cola que no se bañan durante una semana porque tienen el periodo y eso “en mi país es malo”, que comen con las manos…

        No quiero que vengan más fidelistas encubiertos ni apáticos ni delincuentes que violen el carácter humanista de leyes improcedentes que mancillan la historia de las luchas por la libertad de Cuba a estafar a los sistemas instituidos, con lo que pisotean el nombre siempre sagrado de la República de Cuba

        No quiero gente a mi lado llamándome “papi, asere, consodque (así, con d), que vol’a, te bajo una galúa…” no quiero escuchar “tumba catao pon quinqué” ni ese tono tan agresivamente asqueroso cuando hablan que es la marca registrada del elemento de hoy allá. Y sé bien que todos no son así ni los que han llegado ni los que quedaron, pero nadie puede clasificarlos como maduros, pintones, verdes o podridos, porque la mayoría está en tan mal estado que apestan.

         Por eso no quiero la reforma migratoria, como no sea la abolición del ajuste cubano y la deportación de quien viole las reglas del carácter exiliado caso cubano.

         No quiero a nadie que apoye o patrocine esas leyes o decretos de alto perfil procastrista y antiamericano, por lo que tampoco quiero ni a Obama ni al Partido Demócrata con todo lo que le cuelga.

                                                                                          

      

lunes, 22 de agosto de 2011

La peligrosa brecha entre "civilizacion y barbarie"


Por Andrés Pascual

(reeditado)



      ¿Qué cambios socio-político-económicos se aprecian en Colombia y Venezuela desde la época enmarcada en las magistrales “novelas de la tierra” de Rómulo Gallegos o de José Eustaquio Rivera?

      La fuente regional de temas para presentes o futuras obras de la narrativa se ha ampliado con un toque inevitable de más violencia, menos comprensión, más vicios y mucho menos humanismo.

      ¿Acaso desapareció el endose filosófico-literario de “lucha entre la civilización y la barbarie”?

       La Bárbara moderna murió de un infarto cardíaco y el Zar de la Venezuela de hoy la despidió con un beso post-morten en el sarcófago. Tenía más poder que la villana del insigne novelista que fuera presidente democráticamente elegido, porque le seguían jaurías de delincuentes viciosos, envidiosos y matones, muchos más que los Mondragones de la novela. La única diferencia con la Doña es que este engendro de un totalitarismo imperfecto fue una mujer fea y cobarde que se enamoró de la antítesis de Santos Luzardo, tan feo y cobarde como ella.

       Hispanoamérica ni inicia el camino hacia el Dorado de la masividad cultural, apenas cuenta con un incipiente movimiento de educación popular. Por eso algunos países sucumbieron ante la arrolladora verborrea mentecata y mentirosa de los gamonales de nuevo tipo, estandartes del comunismo oportunista, inmovilista y criminal. Está demostrado que democracia no es cualquier cosa; libertad y soberanía, menos.

       La gran escuela política de los gobernantes hispanoamericanos a través del tiempo ha tenido, como clase magistral prioritaria, el cumplimiento del objetivo único: cómo se roba más y mejor y los medios necesarios para lograrlo, lo mismo civiles corruptos egresados de universidades en Europa o en Estados Unidos que militares que llegaron con la intención de “poner las cosas en orden” y no pudieron imponerse el pundonor sobre la codicia y la ambición desmedidas. Los pueblos, para semejante crimen, mientras más lejos de las aulas mejor.

       Cultura significa cultivo, pero ¿De qué semilla? La élite intelectual argentina casi apuesta por lo exótico en contra de lo autóctono nacional, por lo que sus influencias no contemplan al Martín Fierro. En varios países de la región ni se le conoce ni importa. Igual ocurre con Juan Darién, del uruguayo Quiroga.

       Sus futbolistas, a España y a Italia; mientras, la Milonga perdió la batalla contra el Hard Rock, el R & B, el Rap y todas esa groserías importadas de mal gusto.

        ¿Dónde está la Etica? Borges le es más ajeno que nunca a este continente; tal vez en su patria se maneje su nombre con carácter comercial que como el bisturí de la vivisección del espíritu argentino, o de su itinerario filosófico, que es igual. No es solo sentirse orgulloso del paisanismo con el Maestro de Historia Universal de la Infamia; sino comprenderlo, sus ensayos, su poesía, sus novelas y sus notas al margen: el más argentino de todos decidió morirse en Suiza, pero el pecado no fue de él…

       Lo peor es cambiar a Borges, a Sarmiento, a José Hernández, a Lugones…por la inútil y peligrosa cartilla guevarista que, en Cuba, la adornan con el verso pésimo y guataca de Wichi el Rojo o de Abel Prieto, o con la narrativa hipócrita, homosexual y sometida de Miguel Barnet.

      Castro también se invento un Martí y un Enrique José Varona y, recientemente, hasta modificó a Dulce María Loynaz. Antes, había sustituido los libros imperecederos de lecturas de primaria de Joaquín Aguayo o de Luis Pérez Espinós, por los fríos, adoctrinantes y antipedagógicos de la “instrucción política soviética”, que no educación.

       La región no se le debe regalar a la reacción castro-guevarista; no se puede permitir que se impongan estos mercachifles del oprobio y la amoralidad, como vulgares ladrones de nuestra idiosincrasia e identidad nacional, para que hagan lo único que saben con esos valores: pisotearlos.

       Si la política mal aplicada, que tiene como base la instrumentación educacional deficiente, puede cambiar la cultura de un país o de una región es obligación de cada hispanoamericano hacer valer el postulado martiano “De América soy hijo; a ella me debo”, de la forma más enérgica posible, sin manierismos ni debilidades que, todavía, tal vez se esté a tiempo.














Una novela de terror


Por Andrés Pascual

(reeditado)



       El Nuevo Herald debe ser el más virulentamente antiamericano de los periódicos en español que se editan en este país; a veces ni encubren la actitud…por eso, aunque el tirano antillano los coloque en la acera del frente, nadie le cree: el antiamericanismo es el cordón umbilical que alimenta a todas las tendencias comunistas o extremistas radicales que proliferan hoy, vestidas, a veces, de ex guerrilleros candidatos a presidencias en elecciones democráticas; de imanes de mezquitas musulmanas, de extranjeros con visas de estudiantes, o elementos con togas docentes de universidades corruptas y compradas y la bola “pica y se extiende”

       Sin embargo, cuando el Nuevo Herald apoya el novísimo frente de batalla contra la integridad nacional de la Unión Americana que es la inmigración ilegal, aparenta como que un “infiltrado” enemigo ideológico invade el espacio noticioso editorial y se impone por…lo contrario del mensaje que querían enviar.

       Publicado con la foto que ilustra este material, Claudia Gaitán, 29 años, nicaragüense, llego aquí hace cinco, dice que “tras las huellas de su esposo”, a quien deportaron cuando la policía le detuvo por una infracción mientras conducía sin licencia.

       Con un hijo de un año nacido en su país, en “menos de lo que canta un gallo” tuvo tres hijas aquí y, como se ve en la foto, “está cargada” de otro al cual el periódico no alude, porque no ha nacido; demasiado terror para el que observa una familia que tendrá que ayudar a mantener con su trabajo en momentos de crisis “sin comerla ni beberla”.

        Claudia no llegó aquí, según sus palabras, ni para enviar su dinero para Nicaragua ni para que sus hijas nacieran americanas; sin embargo, la deportación del marido y el hecho material de tres nacimientos y uno por venir en estas tierras, la contradicen. Para todo eso limpia casas al mejor postor ¿La pobre? No, el pobre es usted y soy yo…que dos más dos, a pesar de la matemática moderna, siempre dan cuatro “en la de bodega”, que es la buena.

        Claro que en cuanto al mal de “vividores” del trabajo honrado y decente del ajeno en Estados Unidos, el país produce su propia hierba mala, similar a esta, en una gran parte de la población afro-americana, solo diferente en que son ciudadanos porque nacen aquí y hablan inglés; sin embargo, se conectan en el odio a este país y el gobierno los protege con montañas de decretos, enmiendas y resoluciones que es tabú cuestionarlas.

        El emprendimiento cubano ha contribuido a poner a Miami en el mapa de los Estados Unidos como ciudad de interés comercial y cultural; contradictoriamente, ese fenómeno también provoca el crecimiento de la población (ilegal o no), que ha llegado aquí en los últimos tiempos desde Cuba o desde Centroamérica, que cree que están “en La Habana o en El Salvador”, que envían casi todo lo que ganan para sus países de origen y que, según ellos, por la proliferación del español, no hacen el mínimo esfuerzo por aprender a hablar inglés, lo que aleja a la ciudad del mapa americano y le ponen el sello inevitable de “ciudad más pobre y conflictiva de Estados Unidos”, que cuenta también con una significativa población negra.

        Estas cuestiones no son cosa de juego y hay que tomarlas con toda la seriedad del mundo. Para el exilio verdadero de Cuba ya no hay hueco digno de ocuparse, por eso tenemos que poner en la agenda de lucha por la sobrevivencia material y política, esta que se aboca contra la inmigración ilegal; porque, para nosotros, “de aquí pa’llá no hay mas pueblo”.