miércoles, 14 de septiembre de 2011

Palabras duras contra la tirania

Por Andrés Pascual



       El general Augusto Pinochet Ugarte, ex presidente chileno 1973-1990 (una vez que la media y medio mundo llaman a los más sanguinarios tiranos-dictadores de la historia de América y a sus secuaces comandante, presidente, mandatario, parlamento…), que le dio la espalda a Orlando Bosh cuando le solicitó apoyo para “la guerra por los caminos del mundo” contra la dictadura castrista, le respondió a un periodista que le interrogó sobre “su dictadura” que, en cualquier caso, debería referirse a una “dictablanda”. Poco después realizó un plebiscito, lo perdió, respetó la decisión, convocó a elecciones y volvió a perder. Verdad que por tan poco margen que fue inevitable identificar en las urnas el apoyo y la aprobación a su gestión positiva en todo. Pero, margen al fin y al cabo, de nuevo respetó la elección popular opositora, que tuvo que unir hasta a sus muertos enemigos para poder ganar en una coalición de urgencia. Sin dudas, estos militares no totalitarios no son dictadores, si lo fueran, todavía estuvieran en sus puestos, o sus sucesores de dedo o lazos sanguíneos; por lo de las elecciones ni hablar, que todo el mundo sabe cómo se vota en Cuba y por qué partido.

      Pinochet debió escuchar durante su presidencia más de una “palabra dura” de verdad, no como las que escuchan o leen los Castro de sus amigos liberales, que creen que engañan al público con nuevas formas de desvío de la atención del problema cubano real cuando, con más miedo que voluntad, se les va cualquier mierda sin fundamento viril ni, mucho menos, respetable.

      Por ejemplo, a Bill Richardson, que tiene hasta llaves de las residencias de Raúl y de Fidel posiblemente, que entra a Cuba como “Pedro por su casa”, que una vez fue a revisar si los Castro escondían terroristas para, con esa cara que tiene de hormigón armado, declarar desde La Habana que “aquí no los he visto y le pido a mi gobierno que desclasifique al gobierno cubano como colaboradores con este tipo de elementos…” no se los enseñaron y declaró a favor de la tiranía.

      Sin embargo, dice que por su cuenta, viajó a La Habana para ver a Alan Gross y se lo negaron…entonces le declaro a la media desde allá que “no volveré jamás como no sea en viajes oficiales, porque me maltrataron…” Bueno, desde su punto de vista puede ser, pero maltratar, lo que se dice hacer quedar como una rata a alguien no era necesario que lo hicieran, porque Bill se comporta como tal ante la nomenklatura.

      Maltratar personalmente Castro a Gorbachov cuando le arrebató un micrófono de la mano, porque el ex soviético se entretenía en contar qué eran “la perestroika y la glásnot” en La Habana. De ahí en adelante, el camarada tuvo que escuchar las razones por las que al tirano no le saldría nunca de la gandinga ni permitir que se dijeran esas palabras en Cuba y hace ya 26 años del incidente. Misha nunca se quejó y sigue defendiendo apasionadamente a la tiranía cubana en cualquier foro, porque “son libres de hacer lo que crean mejor para sus pueblos”.

      Richardson no vio a los terroristas y al contratista preso no se lo dejaron ver… aquella vez habló suave a favor y en esta duro sin compromiso; pero ¿Qué se cree este tipo? ¿Acaso el millonario híbrido de nacimiento habla para la gradería o para el “jil” que no lo entiende? Se los dejo de tarea…

      Obama, según Juan Manuel Cao, también utilizó “palabras duras” contra “las reformas” del tirano en funciones: “no son suficientes…”

      Yo le preguntaría para qué deberían serlo si, paralelamente, reafirmó que la violación del embargo por parte de su administración se mantendría igual en cuanto a viajes, remesas e “intercambios”.

      Un tipo que amenazó con utilizar un veto presidencial, sagrado por las pocas cantidades que tiene a mano y necesario para asuntos de supuesto mayor nivel de importancia, a fin de impedir cualquier medida que intente debilitar a la dictadura, ni puede ni quiere ni sabe hablar duro, porque no es su objetivo ni como desvío de la atención; sencillamente, la tiranía cubana es su aliada en la lucha contra Estados Unidos de América, cualquier otra lectura simbólica del discurso obamista sobra por obsoleta.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Marti no es sazon para una paella

Por Andrés Pascual



       ¿Simón Bolívar tenía ideas democráticas? ¿Cómo se pudiera explicar, si se supusiera afirmativamente, que asesinara o exiliara a los mejores elementos con que contaba la democracia en su país? ¿A qué le temía de aquellos ciudadanos? ¿Qué consideraron mal en aquella personalidad autoritaria y de ideas imperiales para oponérseles y morir o perder su patria los perjudicados? Todo fue con la ayuda de Manuela Saez, por su influencia, por la ambición despiadada de mantener el poder total para “su” General en condición tiránica y dictatorial. Bolívar tiene un similar en el Caribe: los Castro y su ideología criminal hecha dictadura. Los Castro, cada uno de ellos, superaron al venezolano, que no pudo llegar a someter a medio continente…

       Yo no le rindo culto a Bolívar pese al cuento Tres Héroes y a otras citas sobre el venezolano hechas por Martí en varios ensayos; tampoco se me podría ocurrir comparar a Martí con el llamado Libertador, porque el Apóstol por la libertad de Cuba no solo puede ser considerado un demócrata, sino la justificación personal del término: Hipanoamérica no ha producido un altruista de ideas avanzadas, de respeto a las libertades civiles como Martí nunca.

       “Yo quiero que la ley primera de nuestra República sea el culto de todos los cubanos a la dignidad plena del hombre”, ¿Cómo pudiera igualarse a un miembro de la ralea criminal de dictadores, como Castro, con quien escribiera la sentencia anterior que, como si fuera poco, ofrendó su vida por la libertad de su patria?

         Sin embargo, la división de la sociedad cubana en demócratas y comunistas, da la impresión de que existen dos idearios martianos: uno que, de forma universal, protege las libertades y hace de la patria un templo y otro, escamoteado, contaminado y pisoteado, que lo pregonan los que se comportan diferente al objetivo patriótico de forma hipócrita y canallesca; pero pretenden que se les reconozca como defensores de la libertad de Cuba y del cubano..

         Nadie puede dudar que, quien tenga la cantidad de hechos violatorios de los derechos civiles a su haber, quien mantenga el poder absoluto de un país de forma desvastadora como los Castro, no puede ser relacionado con Martí en ninguna variante. Sin embargo, el tirano lo responsabilizó como Autor intelectual del ataque al Moncada, cuando el acto en sí fue un crimen bárbaro y traicionero

         A una población que fue capaz de sustituir el cuadro Sagrado Corazón o la Ultima Cena por el del tirano o cualquiera de sus gusanos aventureros, es que se les ha dirigido el discurso del “compromiso martiano de la horda” que, con el tiempo, solo ha logrado que se produzca un rechazo a Martí, que ha llegado tan lejos que elementos emigrados quién sabe por qué, como Armengol, Reynaldo y algunos más en países europeos, funcionan como gurús en la promoción del abandono del deber patriótico que incluye, en primerísimo orden, el reconocimiento y la fundamentación educativa del verdadero ideario martiano.

         Estos apóstatas de edición más o menos reciente, que escriben fuera de Cuba contra su libertad y que mancillan la vida, la obra y la proyección de Martí, con seguridad que, cuando por oportunismo vicioso o por rancio sabor anticubano encubierto escondieron el ícono religioso, tampoco tuvieron el valor de, en vez de subir el cuadro de Castro, de Camilo Cienfuegos o de Che Guevara, hacerlo con el de Céspedes, Gómez, Agramonte, Maceo o el propio Apóstol.

         La profanación de las gestas del 68 y del 95 llega tan lejos que hay quienes comparan la entrega absoluta por la libertad de Cuba del Generalísimo Máximo Gómez con la aventura del gaucho asesino, actitud acondicionada, únicamente, al compromiso militante de propagar e imponer una ideología criminal que, la tragedia de 52 años del pueblo cubano, es el mejor referente posible.

         Los cubanos tenemos la obligación de rescatar a Martí del chiquero en que lo metieron estos bárbaros del tiempo actual y de considerar a quien lo mancilló, en Cuba, en China o en la Cochinchina, como enemigo de la patria.

        

Otro patriota fallecido que ni menciona el Granma miamense

Por Andrés Pascual



       Cuando el Nuevo Herald publica sin editar las noticias de muertos de la nomenklatura, procedentes de agencias radicadas en Cuba, lo hace para dar su propio pésame, para compadecerse con “la pérdida tan grande que ha sufrido la robolución…” ya no me quedan dudas.

       La forma como desplegaron la muerte de otro de los “capo regime” de la tiranía fue otra colosal falta de respeto al exilio; desde el título de la alabanza al mérito más que nota obituario, solo faltó, de su cosecha, “el querido compañero Julio Casas Regueiro…” cuando el único encabezamiento posible debió ser “ ¡Que lástima que la partera lo dejó nacer, con lo fácil que hubiera sido taparle la naricita y hubiera sufrido menos que lo que hizo a millones…”

        En Cuba, acabo de leerlo por una triste nota de Angel de Fana publicada en Nuevo Acción, falleció Julio Ruiz Pitaluga, nombre poco familiar para los que no tienen idea de qué es el valor, la moral, la honestidad, el sentido de la lucha patria y ese evidente empecinamiento de hacerse sombras ante la propaganda de todos los de su estirpe.

        Pitaluga pertenece a la hornada de héroes realmente importantes en la lucha contra la horda que asola a Cuba, que no lucharon por el protagonismo malsano del titular de periódico como “representante máximo de un grupo opositor” ni por 4 dólares “para ayudar a su familia a subsistir”.

        Resulta que Julio fue parte del Presidio Político Histórico proceso Calzoncillos o, simplemente, Plantados. Uno de los últimos ex carcelados como miembros de honor del grupo de patriotas que más honor merecen en toda la historia moderna de la lucha por la libertad de Cuba, junto a Alberto Grau Sierra, a Mario Chanes de Armas y a Alfredo Mustelier Nuevo.

        Bernardo Corrales, natural de Mantua, fue uno de los más temidos guerrilleros alzados contra la tiranía en la zona de San Cristóbal, por su valor y capacidad estratégica en tan desigual lucha. Era un tipo digno de confianza “a rajatablas”

        Había luchado contra Batista y alcanzó grados de capitán, durante un tiempo, vivió en San Cristóbal, en la casa de un tío, Urbano Rivera, mecánico de radio y televisión cuya familia completa eran Testigos de Jehová. El hijo mayor de Urbano, Armando, fallecido en Cuba, ayudó a Corrales en la conspiración.

        Varios niños casi jóvenes, que éramos amigos de Joseíto, otro de los vástagos de Urbano, aprendimos a estimar a aquel individuo que jugaba bolas con nosotros o que empinaba papalotes; mientras, desde el inicio casi de 1959, conspiraba porque entendía que por aquello que “enseñaba las uñas” no habían luchado. Somos tres, ex presos políticos todos, que estamos en el exilio y que lo reafirman: Félix Izquierdo Valdés, Silvio Rodríguez Valdés y que yo, en nombre del trío, cuento como homenaje merecido al único mérito que conduce a la gloria posible: la lucha desinteresada por la libertad de la patria.

         Voy a contar una anécdota de Corrales: una noche, no recuerdo el año, mientras un par de hermanos, René y Raúl Romero más yo conversábamos recostados a una cerca metálica, tal vez a 100 metros de la casa que compartían las milicias y parte del G-2 de San Cristóbal; como a 150 de la mía en línea recta y a 25 del lugar por donde debían doblar Yiye y Raúl para llegar a la suya, se paró un Ford Fairlane y, por la ventanilla, con traje verde-olivo de la dictadura, sacó la cabeza Corrales y se dirigió a mí con el apodo que conocía a mi padre en diminutivo: “Canduchito, necesito que vayas para tu casa y tus amigos también; puede haber problemas por aquí…” Sin chistar nos fuimos y, hasta que no me vio entrar al portal de mi casa, no siguió.

          Al poco rato de estar adentro, se escucharon un par de ráfagas y disparos aislados, yo, en contra de la sugerencia de mi madre, salí al portal al momento que el carro de Bernardo doblaba a la izquierda, en la calle real, rumbo Este, buscando la carretera a La Paila hacia las lomas, donde estaba alzado hacia tiempo.

           Sólo, Bernardo Corrales tomó aquel cuartel de cobardes, amarró a algunos y, cuando uno de ellos lo descubrió, se enredó a tiros con más de 6, hiriendo a un miliciano de apellido Troya en el brazo y al miembro del G-2 Héctor Olivera Rivera en las nalgas y el abdomen, luego de meter una ráfaga barriendo por debajo de la camioneta en que se escondió.

           A la causa de Corrales, a su organización clandestina por la libertad de Cuba, perteneció Julio Ruiz Pitaluga, preso a mediados de los 60’s y miembro del presidio político con más de 20 años cumplidos “en calzoncillos”.

           Julio casó con Nora Carmenate, de San Cristóbal e hija de Quinto, buen hombre que ni él ni su hijo Armando son asociados con el castrismo.

            Con la sancristobaleña tuvo dos hijos, varón y hembra que crecieron en el exilio, luego de que el luchador recientemente fallecido aconsejara a la madre de que allá no podían estar por la presión represiva.

             Nora no fue capaz de entender el carácter heroico de Julio, por lo que, cuando comenzaron los viajes de “la comunidad” durante 1978-79, fue a Cuba tratando de lograr su inclusión entre los indultados de ese momento. Hasta Boniato fue y pudo visitarlo en aquella horrible cárcel dentro de otra prisión; sin embargo, con más de 100, Pitaluga había firmado la carta-testamento-redención de la moral cubana, que rechazaba una libertad que consideraron amañada porque era una maniobra con los grupos liderados aquí por Espinosa, Benes… con el fin de apoyar en niveles internacionales al sátrapa como cumplidor con normas y requisitos considerables en el rango de respeto a los derechos humanos y salir de la presión que generaba tener a aquellos valientes presos..

             En pocas palabras, el presidio político plantado estaba dispuesto a morir presos sin visitas, sin correspondencia… antes que servir de peldaño a tamaña desverguenza y conste que eran hombres con más de 15 años cumplidos.

              Julio y Corrales fueron parte del inicio de nuestra formación patriótica por su ejemplo como luchadores intransigentes por la libertad de Cuba; muchos de nosotros, de mi generación en San Cristóbal, Santa Cruz, Candelaria, Los Palacios, crecimos haciendo la apología sostenida y obligada de nuestros héroes de verdad, contándoles de ellos a otros más jóvenes como lo que lo son para la Patria.

              Muchos murieron en acción o fusilados, adolescentes o hombres jóvenes; otros purgaron largas penas…

              José Piloto Mora, “Pilotico”; Justo Regalado Borges “Justico”; Agustín Sánchez “Pelón”, asesinado en el suelo como alzado estando herido y desarmado; Lázaro, asesinado también como alzado en la causa que estuvo Andrés Chávez; Mongo Miqueo y Mito el teniente, fusilados; Rafael López, sancionado a 30 años; René “el harinero” o “el cojito, 20 más 4 de peligrosidad por el rechazo al plan de reeducación (calzoncillo); los San Román (calzoncillos); Luis Chirino, falleció en prisión; Roque, Nicolás Garay, René Mojena…faltan muchos otros que merecen un libro de recordación en la zona Candelaria-SanCristóbal-Los Palacios.

              Yo entiendo al Herald cuando no se refirió a la muerte en Cuba del patriota Julio Ruiz Pitaluga, porque tampoco le exigí a Castro que hiciera una fiesta cuando ganamos la causa de Luis Posada en El Paso.

               Pero una cosa si he hecho, aquellos héroes y mártires, más los que conocí después en condiciones difíciles, son también los héroes y los mártires, la guía espiritual de mis hijos y, aunque han nacido aquí, espero que también de mis nietos. De eso me encargo yo y se encargarán mis hijos, no necesitamos al Herald para construir la memoria histórica obligatoria que mantenga el ideal supremo en el camino correcto cuando de Cuba y sus redentores se trata.

 

           

          

         

        

       

martes, 6 de septiembre de 2011

Educacion gratuita y homosexualismo comprometido

Por Andrés Pascual



       Mataron a un “canta-autor” argentino, Facundo Cabral, en Guatemala ¿Quién? Todavía no saben; pero, desde lo político hasta las drogas juegan, que allí están los ZETAS; sin embargo, nadie debe hacer conjeturas, aunque la colonia comunista y antiamericana culpa de antemano a la “derecha”, porque Cabral fue un verdadero altar al odio enfermizo y envidioso a este país, desde mucho antes de aquello de “Ellos nacen ancianos, y van enniñeciendo, a través de la vida, los americanos” que sonaron a tutti-plen en Radio Progreso durante los70’s.

       Pero no voy a hablar de esto, solo quise decir algo del atentado, que no me gustan, pero no puedo dejar de reconocer que esto es guerra, que el muerto no “compadreaba” con nosotros; sino con nuestros enemigos como  Hebe de Bonafini, Cristina, Silvio, Sara González y Fidel; aunque en los últimos años se protegiera con cierto grado de silencio hacia la comunidad comunista argentina, esa que se encubre en otros nombres como “montoneros”, peronistas de izquierda… de la que formó parte siempre de corazón.

      Como que tantos se alegraron cuando lo del atentado a Posada Carriles y a muchos más les disgustó el acto de justicia en el Paso exonerándolo, pues ¿Por qué debe conmoverme esa muerte, estúpida al fin y al cabo? Si pienso al revés suyo, lo siento, deje un comentario y vaya a otro lugar que, conmigo, no encontrara nunca el apoyo “espiritual” que busca: soy perjudicado y bastante como para recrearme con “la vaselina ghandista”, hipócrita y a la usanza de perdones o borrón y cuenta nueva de Oscar Peña, de los disidentes, de los que los apoyan aquí, de Obama o de Europa. La confrontación es por Cuba, contra propios y extraños. Que nadie lo dude, a vida o muerte.

       Bueno, a lo que iba, según informa el Nuevo Herald, “la tiranía impide la reválida de odontólogos cubanos que han desertado de misiones médicas internacionalistas”, porque no autoriza el envío, con carácter oficial, de sus currículos docentes…

       Esto solamente debería de convencer al mundo de la estafa que propagandizan como “educación gratuita”, como ejecución del derecho a la educación de los pueblos.

       Los comunistas no dan gratis ni el aire que se respira; pero, como siempre, el giro que se le da al asunto coloca la culpa en el campo equivocado. Los comentarios de “desafectos” al castrismo acusan a los americanos, porque “los invitan a desertar y después los dejan solos”; o “porque no deberían exigir esos documentos, a fin de cuentas, muchos de ellos son mejores que los americanos…”

       Primero, hay que exigir esos documentos; porque, en un país donde prevaleció, acaso todavía, la “carrera de los porcientos”, en que los maestros tenían que aprobar al 100 % de cantidad con 95 ó más de calidad, no se puede confiar en nadie y eso lo sabe todo el que haya vivido en Cuba hasta hace 20 años solamente: Juan Bobadilla Páez, de San Cristóbal, con evidente retraso mental, ya fallecido, recibió su título de Licenciado en Cultura Física del Instituto al efecto, que lo acreditó como profesor de Secundaria Básica de la disciplina docente y yo lo conocí bien.

       Segundo, ¿Cómo piensan realmente? ¿Van a comportarse de forma tan oportunista como sus iguales de reciente edición, capaces de reaccionar contra la política del exilio sobre los viajes y las remesas tal los otros? ¿Cómo se sabrá quiénes son sus líderes verdaderos, sus ideas reales (de los que no sean infiltrados), después que estén sacando muelas en un  gabinete?

¿Estudiaron creyendo que aquella educación era gratis, que Fidel era el padre de la bondad divina y terrenal? ¿Aceptaron “la misión” con carácter humanista, político o en plano de “resolvedera” personal? ¿Cómo se podría averiguar que no son rehenes de la política de “callo pisado”, que se produjo cuando se le fugaron al tirano del establo, llegaron aquí y necesitan el papel para poder revalidar la profesión? Porque esos callos, como a ellos, lo mismo se los pisaron a Espinosa Chepe que a Coco Fariñas en Cuba, que a Oscar Peña por acá. A Menoyo no, que Raúl está al devolverle los grados y un puesto en el PCC de Línea, frente al Jardín, cerca de donde funcionó el Eloy’s Bar que le regaló Luisito del Pozo en los 50’s; a fin de cuentas, recuperaron a un crítico militante que expulsaron antes del “discurso”, menos comprometido que el gallego y de raza negra.

         Y tercero, quien no autoriza el envío es Castro, ¿Por qué los familiares, que serían beneficiados en primer orden, no se unen y salen a la calle como otro grupo disidente en cualquier pueblo en el que haya médicos y dentistas afectados por la injusticia?

         Mariela botó un maricón “virado al revés”; porque se va a casar con otro maricón de línea ajena a la suya en cuanto a lo de la “liberación de los gays”; ni para poder ser abiertamente homosexual y gozar de la protección del G-2 se puede “disentir”, y eso que el transexual trabajaba en la oficina de la protectora, si no…

         Castro se justificó con lo de la represión contra los homosexuales y la UMAP con que “estaba inmerso en tareas ineludibles y confieso que no atendí ese asunto como debía” fue para una revista mejicana; es decir, no fue “ni él ni la Revolución”, como siempre, fueron los fantasmas del mal que persiguen a esta gente, que causan todo el dolor y el sufrimiento del pueblo para ensombrecer e impedirles la labor de justicia revolucionaria, los mismos que causan el desastre económico, el hambre, la escasez absoluta…que ni nombre ni cara tienen (aunque cara allá tienen pocos mortales a estas alturas)

          Bueno, lo de Mariela y los gays es una tarea-hobby que le dio su padre, porque, a lo mejor, sufre “orientación jorobada”, va y estuvo en tríos, orgías, a fin de cuentas, vivió con un italiano, que saben mucho de esas cosas y les gustan más.

          Ahora, este movimiento solo persigue poner de su lado a la “comunidad gay” para que griten (lo hacen y alto) que en ningún lugar del mundo se respeta ni se protege más a esta gente que en Cuba. Como que el mundo sufre una peligrosa mutación de principios, de moral y de verguenza, comenzando por los Estados Unidos y el Estado de Nueva York en la persona de su alcalde demócrata Michael Bloomberg, pues la aberración es proselitista, que nadie lo dude.

          Pero, como que todo lo que hacen es chapucero, a Mariela se le ocurrió botar a “una” que no se le enfrentó, sino que se quiere casar con alguien no  aprobado por los estatutos, que resulta ser  otro gay, pero del “ala” independiente, especie de mariconería opositora o disidente.

          Si los maricones y tortilleras de Cuba y del mundo quieren creer en “Mariela y en la Revolución”, allá ellos, pero que después no se quejen, que ya tienen una prueba contundente, oficial y clara, mucho más convincente que los acontecimientos olvidados de la Noche del  Periquitón de hace 15 años.

Okey, Silvio concuerda con Pablo...

Por Andrés Pascual



       El asunto es que fue un mexicano, no recuerdo si Carlos Monsivais, el que le sugirió a Haydeé Santamaría “tener bajo control y protección a Silvio”, después de conocerlo en un conciertico de los que daba en sus inicios en la Casa de las Américas; sería 1968 o principios del 69; tal vez ni la llamada Nueva Trova existía ni Ojalá.

       El escritor azteca le oyó al panfletero con guitarra sus raras canciones de entonces, como Hay un grupo que dice o La Canción de la Trova, que le confundieron entre los jóvenes más huérfanos del mundo, los cubanos de la  época dentro del país, como su posible representante musical. Quizás, no estoy seguro, nos imaginamos que era nuestro Bob Dylan al revés, porque casi todos creíamos que sería la cuchilla de cirujano útil para hacer la necesaria vivisección de un monstruoso aparato represor que nos asfixiaba. Ya había muchos jóvenes cubanos de su edad pudriéndose en la prisión política y miles en los gulaps de Camaguey.

       Nosotros no necesitábamos la revolución, que nunca existió; sino la rebelión ante un esclavista criminal…no se pudo por mucho que se intentó; como que era la época del flirteo del tirano con mundo y medio, no fue posible; sin embargo, el galardón se ganó por aceptar la batalla desigual y Silvio fue de los que decidió abandonar el bando honroso e integrar el de los asesinos, excento de persecución, cárcel y muerte, con la alternativa de poder hacerse millonario en la medida que su compromiso lo hiciera arrastrarse más ante la dictadura y entonces eligió convertirse en el más claro ejemplo de alta traición al reclamo generacional jamás visto en Cuba…ni Pablo.

       Eran los años en que el liliputiense Juan Hernández Díaz, director de la programación de radio y televisión del ICRT, osó decir que “ese hippie no va a cantar nunca en este radio ni en esta televisión por mis t……s”, porque no supo o no quiso medir el nivel de confrontación que se le avecinaba con semejante individuo. Si bien Hernández Díaz no fue purgado, debió entender rápido que Silvio no lo necesitaría nunca para cantar ante las cámaras y los micrófonos, que hasta el circuito del disco militante EGREM y el Festival de Varadero versión 1981 y posteriores, pasarían a ser de su propiedad.

       En 1971, quizás 72, lo montaron en un barco camaronero y debió bojear Africa sin posibilidades de bajarse en ningún país, fue un castigo y Pedro González Bosque, médico clínico, a la sazón cumpliendo el llamado servicio social en funciones en la embarcación, me contó algunas de esas cosas.  Hubo quienes dijeron que el aparato censor “no había comprendido bien la canción Ojalá, yo no lo creo; sin embargo, Silvio jamás volvió a contradecir ni a un enfermero con una medicina equivocada: dejaba que se la inyectaran sin chistar aunque le produjera reacciones.

       Silvio supo siempre que sin el apoyo de la tiranía y la conexión de esta con los grupos comunistas del sub continente más España no le era posible triunfar, porque no es comercial y yo diría que tampoco intelectual o “de tesis”, como les gustaba llamar a los estudiantes a aquellos libros o filmes que nunca entendieron, durante la era de la antigua Escuela de Letras, muy al estilo francés de entonces, porque veían “Cleo de 5 a 7”  o “La Felicidad”, películas de Agnes Varda, en el cine ensayo universitario.

       A pesar de todo, los comisarios del G-2 siempre dudaban de su fidelidad al régimen, que en realidad no ha sido más que un alto concepto del oportunismo servil “IN CRESCENDO” a tiempo completo, razón por la cual le colocaron como “representante”, a partir de los 80’s, a un oficial de la contrainteligencia que había sido su vecino desde que Haydeé Santamaría le consiguió el primer apartamento y, en esa época, era dirigente de una de las llamadas flotas y no recuerdo si camaronera o cuál otra. Cuando al candelariense Tito Márquez, según me dijo una vez su hermana Maruca “compañero de lucha de Fulgencio Oroz”, lo hicieron  “la sombra de Silvio Rodríguez”, todavía el tipo lo identificaba como “mi manager, a quien quiero como a un hermano”.

       Tenía que suceder, resulta que Silvio reaccionó contra Pablo por sus declaraciones contra el abuso que se conoce desde hace 52 años por todo el mundo, menos “por los sordos de cañón entrenados”. Lo que le molestó fue que se hiciera en Miami previo al concierto que dio Milanés.

       Es sospechoso que la rata de San Antonio de los Baños dijera que “concuerdo con muchas cosas de las que dijo, pero condeno el lugar y el tono desamorado como lo dijo”, por lo que Pablo gana credibilidad ante cualquiera, una vez que Silvio no tuvo en cuenta lo que, en la carta al Inmundo, aquel había escrito como valladar contra posiciones como la del compositor de La Canción del Elegido: “basta de escuchar tienes razón y lo comparto, pero al oído, en susurros, de boca hasta de dirigentes…quizás”

       El único lugar donde Pablo debía y lo hizo, decir esas cosas y en ese tono era en Miami, hasta donde se sabe, Cuba no es una plataforma de libre expresión sin riesgo inmediato; me parece que en La Habana no hubiera podido concluir la primera sílaba de la primera palabra de lo que dijo, verdades que no lo alejan de su compromiso con la tiranía ni le exculpan del largo contubernio de apoyo tan condicional por oportunista como el del propio Silvio, sin recibir una ración de palos; a fin de cuentas, ya no esta “la envidia de Almeida” para culparlo por su desgracia como hizo cuando lo enviaron a la UMAP.

      Que Silvio haya dado a conocer que está de acuerdo con muchos de los puntos dichos por Pablo, le colocan en el nivel mas elevado posible de “hijo de puta”, porque ¿Dónde ha hecho la denuncia que cause efecto en la tiranía y la obligue a hacer las cosas, incluso de “nuevos reformistas”, que arreglen el problema de la población cubana en cuanto a democracia y libertades?

       El único arreglo capaz de colocar en el rumbo que le obligaron a perder a Cuba es extirpar de raíz el castro-comunismo y aplicar la cuota, por grande que sea, de justicia político-social, con fusilamientos, cárcel y deportación incluídas.

        Mire usted, la Iglesia de Raúl quedó complacida, porque el propio dueño le aseguró a su “eunuco preferido ante las Cortes”, monseñor Jaime cardenal Ortega y Alamino, que “ninguna instancia del gobierno ha ordenado la represión abusiva contra las Damas de Blanco…”

        ¿Acaso creyó eso Silvio? Entonces, de acuerdo a la respuesta ¿Fue voluntario u obligado durante el Mariel para “despedir” a Evelio Taillac, a Mike Porcell o a Yolanda Cuellar…y no con besos y abrazos?.

        Este es el caso de los “susurradores al oído” (de un tiempo a esta parte), a que se refirió Pablo en su carta-testamento de separación relativa del castro-comunismo, publicada como respuesta a quien no pudo gozar de ninguna mención en la réplica oficial de Silvio, el Inmundo García.

        Silvio no fue “duro” a la manera usual con Pablo Milanés, porque resultaría muy engorroso y difícil tener que comenzar, en tiempos turbulentos, una campana en la que se niegue la clase profesional del aludido tal vez hasta con referencias de que sus canciones se las componía “un compañero”; porque, posiblemente, Pablo le haya dicho a todo lo que se expondría si declaraba lo poco o lo mucho que dijo, a quienes en España le llaman Querido Pablo, que lo quieren más que a Silvio y no sé la razón, pero la clase artística debe contar y, posiblemente, un ripio de vergüenza.

        Por lo otro que Silvio trata un poco menos duro de lo normal a Pablo debe ser porque este, quizás, conozca 3 ó 4 cosas “feas”, tal vez políticamente no correctas, no solo de Silvio y, más escándalo de lo que ya tienen no quieren. En poco tiempo el caso Pablo estará cerrado a la publicidad con pena de cárcel para el que lo reabra allá; si no al tiempo.



      






























         

viernes, 2 de septiembre de 2011

La impotencia por llamarse "Inmundo"


Por Andrés Pascual



      ¡Qué malo debe ser creerse bueno en la polémica y que de pronto se aparezca uno de tu bando y de deje sin respuestas!

      Eso le pasó a Inmundo, el que asquea a todo el mundo y cuyo único objetivo en Miami ha sido lograr alguna atención, no importa si contraria…

      Perdió la pelea, porque no encontró el pie forzado para la palabra “indio” ni se tomó el trabajo de averiguar que no rima con ninguna otra del diccionario español, como aquel repentista que la forzó de verdad cuando se buscaba al rey de la décima criolla hace más de 60 años en una emisora radial habanera.

      El creía que a Pablo lo desarmaba, porque este iba a ignorarlo como se hace por acá por decencia con el conocido “no discutas con ese chusma”; no, el cantante es de ese ambiente y yo lo vi perder una vez y no solo el enfrentamiento verbal a base de groserías e indecencias, sino la falsa compostura diplomática de los castristas ante Rubén Blades, que le dijo en el hocico lo que ahora él repite y pretende denunciar: que Cuba es una cárcel de mayor rigor con exclusividad de celda tapiada.

      Tal vez “el presentador” creyó que haría un gran descubrimiento, con golpe bajo incluido para el exilio, al decir, en la segunda parte de su mano a mano con el cantante publicada por el Nuevo Herald, que este “se reunió con Montaner” cuando, todos los días, el Candidato pierde prestigio y credibilidad ante el patriota por sus extraños pasos de protección a “reformistas” y por sus declaraciones abiertamente contradictorias.

      El Inmundo no es inteligente, mejor le hubiera ido sin volver a tratar el problema, pero “le hirieron el orgullo”, que, para el sector popular, se maneja con “Pablo lo hizo tierra”.

      No se defiende de la sugerencia a su orientación sexual (no puede y por eso se le ve tanto en La Habana con Mariela, Barnett y Amaury Pérez) y dice que se muere como nació (no veo cuál otra forma le queda a mano)

      Ahora, todo lo que hace aquí deber ser por cuenta propia, para agradar a la tiranía más que por cumplir un plan de trabajo desde el Dpto de la Contra-Inteligencia para la que, con seguridad, su imagen única es una frazada para limpiar el piso; después que a tipos así, sin un ripio ni de moral ni de vergüenza ¿A quién le interesa más allá que a sus iguales en Miami? porque, en Cuba, salvo para Taladrid, no hoy tribuna ni micrófonos, tendría que ir a la “oposición” y acompañar a Espinosa Chepe, a Cuesta Morúa, a la cronista social del “guaguancó a todos los barrios habaneros”, a Elizardo y a Héctor…

      Algo que es un error técnico de quien se cree sabio en asuntos cubanos más o menos complejos, es que Pablo no hubiera sido nadie sin Castro y retoma el gastado concepto creado por el Chacal de Birán contra boxeadores, peloteros, artistas que, algunos lo han creído: “todo lo que eres se lo agradeces a la Revolución”, ¡Mentira, a la mierda aquella ni el artista ni el deportista cubano le tienen que agradecer nada! A Castro tienen que acusarlo porque no pudieron ser lo que debían por su clase. Pero gente como Inmundo García sí son producto neto del castro-comunismo; o piense en esto ¿Qué emisora radial o televisiva, incluso periódico o revista le hubiera tenido en plantilla en la Cuba competitiva? Aquí no compite, le pagan una botella para que provoque con mentiras y sandeces; posiblemente, el dinero salga del bolsillo de algún particular de los que paga la campaña de Joe García, porque lo que es Raúl, Ramiro…esa gente quizás le tenga más odio que el exilio, pero esta perra no se da cuenta mientras pierde valor de uso, como acaba de suceder en la polémica que, repito, si fuera inteligente, nunca debió iniciar y menos continuar, pero su ego lo aplastó y no previó las consecuencias que tendrá el riesgo que corrió, una de ellas, tal vez pase más trabajo para su sección fotográfica en La Habana al lado de “personalidades” que, cree él, es lo que le da valor militante como mediocre y perdedor sin rumbo.

       Algo más, parte técnica, con respecto al Pico Blanco, al Sherezada, al Alí Bar y al King (palabra utilizada por Pablo para nombrar a José Antonio), o a Portillo, o a Benny More: en Cuba “no se hacían muchos músicos que se iniciaban”, por regla general, iban a pulirse a México, a Venezuela (Blanca Rosa Gil), porque estaban llenos de tugurios de a peso que le ofrecían contratos o posibilidades de propina en bares, cantinas o clubes de segunda y La Habana era de locales de primera con peso=igual dólar, que era la moneda nacional, mas turistas de todo el mundo, por lo que la figura tenía que ser triunfadora para presentarse, por eso nuestra capital era grande, porque era para profesionales triunfadores, no para amateurs ranqueados; pocos que no fueran estelares cabían en el Pensilvania, el Niche, el Palermo, el Colmao, donde podían darse a conocer, mucho menos en Tropicana o el Montmartre y de México regresaron con un nombre Benny, Portillo, Méndez…o decidieron quedarse en grandes carteleras Pérez Prado, Fellove o Carmen Montejo, Ninón Sevilla y María Antonieta Pons…esto no lo sabe ni jamás le pasó por la mente al Inmundo.

      Definitivamente, como ataca el tipango a Pablo es exactamente igual que como lo hace contra cualquier figura de prestigio del exilio; por lo que, o Montaner le paga dinero del Socialismo Europeo que representa, o es un infiltrado de la CIA y, de cualquier forma, está haciendo simpático al canta-autor, de tal manera, que ya debe haber indecisos en cuanto a abrirse o cerrarse completamente al mundo que se llama Pablo Milanés.

      La mejor y más válida promoción del producto “Para vivir” ante el exilio es la mierda que ha dicho esta rata sobre su compositor.

jueves, 1 de septiembre de 2011

El Ajuste Cubano, he ahi al enemigo


Por Andrés Pascual



      Secundario quiere decir no de importancia relevante, asunto de segunda mano que puede esperar y, el que se ponga bravo, que se vaya…

      Posiblemente el “affaire” Cuba sea un “asunto secundario” para la política internacional americana y nadie debe ponerse bravo, porque este país tiene que ver hasta con un jarro que se perdió ayer en una casa de un barrio de Estocolmo: sin robárselo, están demandándolos para que paguen por la vasija. Así está organizado el mundo de hoy, Estados Unidos con todos los deberes y sin derecho ni a protestar ante su principal enemigo en bloque, la ONU.

     Sin embargo, el enfoque cubano de acuerdo a cómo se maneja por cada uno de los dos partidos de alto rango, nos ha permitido identificar al enemigo político dentro de la estructura de gobierno americana: los republicanos no han tumbado a la tiranía; pero los demócratas van más lejos y nos traicionan por su rara amistad con quienes los odian, dicen, a muerte.

     Kennedy abandonó a la 2506 y Johnson ideó la Ley de Ajuste Cubano, verdad que nadie podía imaginarse en 1966 cuál era el objetivo del Caballo de Troya castro-demócrata a 28 años de distancia (Guantánamo 1994), nadie menos los enemigos de la libertad de Cuba, propios y extraños, que estaban advertidos; pero, ¿Qué puede esperarse si hasta los “buenos” han vuelto la vista hacia otros horizontes, posiblemente menos peligrosos para la seguridad nacional americana?

     Me contaron en la prisión que, en 1978, un barco americano llegó a La Habana con Kris Kristofferson, Rita Coolidge, Billy Joel, la Orquesta Fania All Stars y otros músicos, para una sola actuación en el Blanquita que tuvo como asistentes invitados solo a dirigentes y a sus hijos.

     Estaba Jimmy Carter entregándole Nicaragua a Castro y a la Unión Soviética; preparándole la Revolución Islámica al Shá y firmando el concesivo SALT-II con Brezhnev.

     Etiopía y Angola campeaban por su respeto y Pol Pot y Ieng Sari se daban banquete…

     En ese marco de entrega de la influencia geopolítica inició el Manisero de Georgia los intercambios culturales con la tiranía: el gesto del barco con Billy Joel y familia fue respondido con el de mejor voluntad por la actuación de la Aragón, los Papines, el Folklórico Nacional, Elena Burke… ¿Dónde?, en Nueva York, cuartel general de los amplios intereses liberales y filo-comunistas como también Chicago, Los Angeles, o Baltimore. El Lincoln Center se puso a los pies del “cha-onda” de Alejandro Tomás Valdés, Tomasito, gusano a matarse, hijo de la Casa de Beneficencia y mi amigo q.e.p.d

       Con actuar en Miami no podían soñar, aquí no podían provocar porque la plaza, con excepciones como Aruca, Bernardo Benes, Max Lesnick, el cura Espinosa y un par de gatos más, le pertenecía a Cuba por medio del exilio, tan militante y activo como hoy, pero menos débil en el orden mediático y económico, además de mayoría abrumadora.

       El que quiera hacerle creer que el Ajuste Cubano no ha actuado como el Caballo de Troya contra el exilio, preparado así desde que se elucubró posiblemente y no soy radical en esto, pregúntele por qué ayer, cuando eran autorizados por la presidencia demócrata a actuar en este país, los artistas de Castro no venían a Miami, mientras que hoy tienen como parada principal esta ciudad.

       El crecimiento descontrolado del entrante económico del castrismo desde 1994, casi epidémico, ha sido lo que posibilita no solo el intercambio, sino que, por supuesto, escojan a Miami como objeto de la provocación, porque a ningún elemento de la tiranía le importa la música de Pablo Milanés ni de la Orquesta Aragón, mucho menos le ríen los pujos a un elementajo que dicen que es comediante, que se llama Robertico y que el Dade Couny Auditorio va a presentarlo con mas bombo y platillos que a Alvarez Guedes, pero provocar aquí, dividir aquí, destruir esto sí es de su completa incumbencia…y lo están haciendo y ¿Quién sabe lo que queda por ver de esta película? Todo está en que reelijan a Obama y ya verán.

Robles no sabe; o se hace


Por Andrés Pascual



      Enrique Figarola tuvo la arrancada más rápida entre corredores del hectómetro en el período 1960-64, por tal razón ganó el bronce en Roma-60 y la plata en Tokio-64; sin embargo, por lo corto de sus extremidades inferiores, no podía “levantar” a partir de los 20 primeros metros y cedía terreno ante hombres más altos y de piernas más largas y fuertes, como Bob Hayes, campeón Olímpico en Japón, que logro correr los 100 metros planos en 10.00, convalidado por la Comisión de Atletismo en 1964. De Hayes se ha dicho que acaso sea el prototipo del gran corredor de distancias cortas, a pesar de los fenómenos de hoy.

     Alberto Juantorena, tan despreciable como ser humano que brillante como corredor, fue el primero que rompió la barrera entre la velocidad (400 metros) y el medio fondo (800), logro ganar el oro olímpico en las dos modalidades en Montreal-76 con récord mundial en semi-fondo, lo que repitió en Dusseldorf-77 durante la Copa Mundial.

     Sin embargo, el ex dirigente castrista necesitó una segunda carrera en la Copa Mundial para imponerse en los 400 cuando todo el mundo vio como iniciaba tarde y abandonaba el evento, alegando que un avión le había impedido escuchar el disparo del starter.

    Luego de que la Comisión de Apelaciones y Arbitraje revisó el asunto, consideraron con lugar la reclamación de la delegación castrista y el corredor se impuso con 45.36 en la final extraordinaria, bueno para el oro, pero lejos del récord del mundo.

     Del vallista Dairon Robles se han hablado maravillas: bueno en la salida, excelente en la media y rematador increíble, aunque nadie se arriesga a compararlo con lo mejor de los 110 con vallas en todos los tiempos, que decidió abandonar el campo y pista por un contrato como pésimo corredor en la NFL, Renaldo Nehemiah.

      Robles fue descalificado el pasado 28 de agosto en la final de 110 con obstáculos del Mundial de Atletismo porque “sujetó” al chino Liu Xiang, que dijo que el antillano “lo paró con un empujón”. China protestó y ganó la reclamación.

      Luego de revisar los videos y las fotografías de la carrera, se ve claramente cómo el ritmo del chino es interrumpido con la mano derecha del cubano, al que le aplicaron la regla 163.2 por obstrucción.

       El paisano de Alejandro Casañas había ganado con 13.14, tiempo ridículo hoy, de oro y plata hace 30 años, pero oro al fin y al cabo; no obstante, por su descalificación, el oro se le otorgó al americano Jason Richards con 13.16, la plata al chino Liu con 13.27 y el bronce al inglés Turner con 13.44.

       Sin embargo, porque no sabe o se hace que desconoce la realidad de las cosas, aun con los videos demoledores y las fotos que muestran la violación de regla por contacto, el corredor dijo que se lo habían robado “porque era de un país chiquito…”, incluso la dirigencia de la delegación elevó una protesta desestimada en dos minutos.

       Todo se le esta olvidando a la dirigencia castrista, no por gusto tienen tantos años (de vida y en el poder), tal vez esa demencia oportunista les impidió recordar que, cuando Alberto Juantorena reclamó obstrucción de salida por el ruido de un avión hace 34 años, solo media hora después del problema el starter estaba en la raya para repetir la carrera. Eso debería conocerlo Robles para que no manche con semejante ridículo su brillante palmarés.






















miércoles, 31 de agosto de 2011

Otra vez la Iglesia carajo...


Por Andrés Pascual



       Sospechosamente, después de excarcelar al último histórico del presidio político (1991, salida de Mario Chánez de Armas, 30 años después), también desaparecieron los “importantes” que visitaban a Cuba y a los cuales se les entregaban listas de presos; eran, por lo menos, 30 nombres solicitados para someterlos al filtro personal del tirano por visita; por supuesto, el tipango “soltaba” los que quería, sin causas políticas muchas veces y a ninguno de los que le pedían.

       El investigador Jacques Cousteau fue uno de los últimos que, en 1985-86, llevó su listica y Castro le preparó 22 calzoncillos, Bruno Salas y Mongo Grau entre ellos, los puso a vivir en el 2do. piso del Edificio # 1 y, el Día de las Madres de 1986, ex carceló a un grupito que nada tenía que ver ni con la lista ni con los plantados, no había vuelos hacia acá, por lo que varios de ellos, como Carlos Alvarez Oquendo, de Mantilla y causa de 1979 por los sucesos del Cometa, 10 años de sanción por Piratería, viajaron a España; otros esperaron la reapertura del puente en 1988.

       Durante esa época, el “consigliori castrista a cargo de la famiglia” llamada Episcopado Nacional, con rango de presidente del mismo, Carlos Miguel de Céspedes, no era solo un vocero de la tiranía, sino un cabildero aquí, en Estados Unidos; pero el Período Especial fortaleció a la Iglesia Católica por medio de Caritas, que se convirtió en un mercado popular paralelo gratis.

       Fue en esa etapa que el tirano criticó la eficiencia laboral del cubano comparándola con el trabajo de unas monjas en alguna dependencia de La Habana, a las que llamó “increíbles” por todo y lo bien que lo hacían…solas.

       Allí, posiblemente, elucubró el asalto por la sumisión total de la Iglesia. Nadie sabe y tampoco debe dudar, cuánto haya aportado a las santas arcas del Vaticano para que, sorpresivamente, Juan Pablo II dignificara al arzobispo de La Habana, Monseñor Jaime Cardenal Ortega y Alamino, sin aparentemente un ripio de condiciones ni de experiencia superior, como uno de los cardenales con voto en el corazón del aparato eclesiástico.

       Ortega es un elemento de Castro y peligroso, un elemento “raro” al que, posiblemente, le hayan chantajeado para utilizarlo; o, quizás, ni falta hizo.

        Con Ortega, a falta de aquellas personalidades útiles para las peticiones de presos hasta 1986, recuperó la dictadura el elemento necesario entre sus rehenes, presos metódicos en carácter mercantil y sus libertades socorridas por países como España, activa en las gestiones de arreglo del potaje con la Unión Europea, que impide la normalización por la exigencia, bajo palabra y revisado, del respeto a los Derechos Humanos.

         Una vez un diputado echó pa’lante al cardenal al declarar, ante el Parlamento Español, que Ortega le confesó que el tirano II le había informado que los ex carcelados serían deportados hacia allá, lo que se aprecia claramente en la “operación salvadora del castrismo”.

         El hombre fue más lejos y dijo que Ortega había sido enviado a Bruselas, a la sede de la Unión Europea, a cabildear imploratoriamente para que se abandonara la posición común y aceptaran otra, más común todavía, que gire hacia la concesión sin compromiso. Parece que en Cuba no creen en los encantos ni del “canciller” ni del “presidente de la asamblea” ni, mucho menos, en ningún general, activo o retirado, a cargo de cualquiera de las funciones en el aparato tiránico-dictatorial.

         Carlos Miguel de Céspedes dijo hace poco que la relación entre la tiranía y la iglesia castro-comunista marcha viento en popa y a toda vela, mejor que en muchos países y yo no lo dudo; tampoco me pongo bravo, ahora, cada vez que puede, trato de convencer a alguien en Cuba del contubernio diabólico Iglesia-Dictadura para que la abandonen; a fin de cuentas, según Jesús, cada cuerpo humano es un templo de Dios y le zumba el mango que tipos como los que dirigen la desprestigiada casa pastoreen a corderos que, desde hace más de 50 años, son victimas de un sacrificio sangriento y cultista sin misericordia.

          Hace un par de días, uno que compone y canta, Pablo Milanés, dijo que Cuba necesitaba “más libertad” y Ortega “no atendió” a una Damas valientes que el propio cantante se arriesgó a dignificar…Si se les pudiera fusilar a todos y no se hace, que siga Castro allí mil años, sin dolor ni remordimientos lo digo.

Mejor solos que con el cardenal Ortega


Por Andrés Pascual



      Monseñor Jaime Cardenal Ortega y Alamino parece cualquier cosa menos un “siervo de Dios”; es más, si me aprietan, como a muchos representantes del aparato administrativo de la Iglesia, e incluyo a parte del  Colegio Cardenalicio, Obispado…les pongo a buen recaudo “la esencia divina”, porque no hay algo más diferente a Dios, a Jesús y al apostolado que muchas de estas “casas del señor”.

     El mundo actual, que se cae a pedazos, es la justificación absoluta de aquel genio literario-filosófico del XVIII, ateo acérrimo que fue capaz de concederle a la creencia en Dios la única posibilidad de controlar los instintos animales del peor de todos los concebidos: el ser humano.

     Cuando Voltaire escribió que “si no hubiera Dios habría que inventarlo”, reafirmaba los miedos y las esperanzas del hombre desde que comenzó a actuar con inteligencia como solo controlables a través de la Fe; o a la ausencia de esta como el verdadero principio del Armagedón.

     Pero la Iglesia de hoy enfrenta una conspiración todavía no localizable en su célula originaria: a pesar de los escándalos de los últimos tiempos, fuerzas poderosas que apuestan al desenfreno, al descontrol y a la anarquía en todos los sentidos, están a cargo de la desmoralización del aparato único de confianza del hombre a la hora de calmar la pena personal o el miedo en grupo y esto, con seguridad, hubiera sido considerado por los grandes pensadores de antes como un peligro mayor para la Humanidad que el problema que enfrenta con lo del abuso sexual a menores; eriza el solo hecho de pensar en una Iglesia sin poder y abandonada, porque una asociación atea mundial, que busca imponerse como dictadura sin igual en la historia, se interpuso entre esta y el hombre… ¿De dónde saldrá el valor para vivir la vida?, Porque está demostrado que el hombre de Fe es valiente, como no lo es quien no la tiene ¿Con qué se sustituirá la esperanza? ¿Cómo soportará el dolor una madre que pierda a un hijo cuando la realidad la asfixie, al reconocer solo el hueco a donde descendió el cadáver como morada final?

     La Cuba de hoy necesita a una Iglesia que complemente con el valor del misionero el rescate de su moral, su honor y su libertad. Para poder cumplir con ese compromiso, el aparato eclesiástico tiene que reconocerse en la verdad, la justicia humana y el hombre que la predique a cualquier costo que, para el sacerdocio, por su entrega a Dios, es la propia vida.

      La Iglesia no es un aparato que pueda justificar ni encabezar el esclavismo en ninguna de sus variantes, por eso sobrevivió a pesar de la Reforma.

     Entonces, a la Iglesia no se le pueden poner frenos, como ha intentado el Vaticano, cuando de tomar partido al lado de los luchadores por la libertad de Cuba se trate; el caso cubano, bien centrado en el Nuevo Mundo y vecino de los Estados Unidos, no puede obviar la tremenda influencia histórica del Norte super-desarrollado. A fin de cuentas, Cristo levantó al hombre y su idea y limpió las calles de Palestina del demonio del miedo en base a la Fe, que fue predicada y ordenada a continuar predicándose: 2000 años después, el pequeño país del Caribe, considerado la “llave del Golfo”, exige la conducta de la iglesia en igual nivel de honestidad, decisión y coraje que ayer hizo el primero de los mártires de la religión que lleva su nombre.

     Esa Iglesia de hoy en Cuba, encabezada por un cardenal que quizás no merece su título y tal vez le fue concedido para crear una base sólida de importancia en un momento de necesidad popular, aunque de pérdida de terreno de la fe cristiana en el país, provocado por el discurso ateo de muchos años; por el adoctrinamiento y por la proliferación del culto afro satánico, no está en disposición de ayudar a rescatar ni la libertad ni el pleno convencimiento de la idea divina.

     Cuando Ortega y Alamino clamó por el cese de la represión contra las Damas de Blanco y, a su vez, por el de las protestas del exilio contra artistas castro-comunistas que visitan la ciudad y las colocó en un rasante comparativo de igualdad, hacía realidad la sospecha de que esa Iglesia, por tener ese cardenal al frente en Cuba, forma parte importante del grupo de desgobierno que esclaviza al país, por su apoyo no tan velado, que va desde darle la espalda a la defensa de esas valientes mujeres, hasta pretender, desvergonzadamente, comparar una acción con la otra. O desde haber oficiado misa por la recuperación del tirano sin haberse arrodillado, posiblemente, a implorar por la paz del alma de Orlando Zapata.

     Si Ortega y Alamino no es capaz de entender por miedo cómplice que las protestas de Miami son de apoyo a las Damas de Blanco; porque se dirigen contra quienes en Cuba las reprimen, ese es su problema; pero el pueblo debe saber que, durante lo que reste de camino hasta la libertad total, mejor solos que mal acompañado por la Iglesia, no por el aparato como tal, sino por un representante tan mezquino, indigno, cobarde y manipulado por la tiranía para todo  como el Cardenal que se gasta, del que se desconoce aún la otra cara de la moneda escondida en el caso de las ex carcelaciones que le tuvieron como supuesto intermediario.

     

Ahora queda por ver si...


Por Andrés Pascual



       Hay un “follón” de opiniones sobre la actitud de Pablo Milanés ante la tiranía; ante el experimento de oportunistas, come-mierdas, ladrones y criminales que desde hace 58 años llaman Revolución: el tipo dejó de ser castrista y no le va a cantar más (debe ser a Raúl, porque la primera diarrea casi seguro no puede oír las loas y consignas); sin embargo, no dice nada contra el “fenómeno revolucionario”, de hecho, lo apoya, ni contra el comunismo como ideología esclavizante…

       Yo no fabrico ideas, no vendo sueños ni pesadillas; pero digo las cosas como las siento más que como las veo: Pablo sigue tan atado a la dictadura como siempre, pero quería jugar en Grandes Ligas y lo logró, solo que falló 4 veces al bate, tres por ponche y un fly al catcher.

     En realidad, el concierto fue un fracaso en lo económico, sin embargo, como pudo poner de parte de la dictadura (totalmente abiertos al mundo), a gente como Carlos A Montaner o Miguel Cossio, pues se puede decir que, en lo político, tuvo un éxito relativo a pesar del repudio voluntario de un pueblo oprimido por quienes el canta-autor apoyó y apoya.

    Dicen que Cuba Debate lo criticó, pero no fue Taladrid; por acá lo hizo Inmundo García y es en la respuesta de Pablo a esta rata que veo lo único regularcito que ha hecho jamás: lo puso donde va sin dejarle espacio a la manera como le gusta al tipango aplastar a gente que no tienen elementos ni verborrea para enfrentarlo; bien por pena, por decencia, por desconocimiento o porque esconden cosas que el compromiso de Barnet sabe y no quisieran compartirlo en público, porque tampoco le pueden dar un derechazo justo a la boca…pero Pablo lo hizo porque está autorizado por La Habana a hacerlo; porque este (Inmundo), que se fue por problemas de índole delictivo común, cree que es bienvenido por la dictadura por hablar mierda aquí, sin entender que, porque se fue, nunca logrará ser considerado allá como revolucionario, sencillamente, como Max Lesnick, Aruca…son útiles hasta que quieran los que mandan.

     A Silvio lo hizo la Robolución, a Pablo no, este tenía talento para triunfar sin Castro.

     Pero, en el ámbito internacional de izquierda, en América Latina, en España y dentro del público juvenil cubano, la contribución al “boom Pablo” por parte del Dpto Ideológico del Partido tuvo tanto que ver como en el caso Silvio, a través de la difusión de canciones a las tragedias de esos pueblos, si existían, especies de payolas políticas o al estilo del promotaje mexicano del espectáculo, que llenan porque regalan un taco y una bebida.

     Pablo, como Silvio, en lo personal, devolvían el gesto con una canción epopéyica, militante, confrontadora al caciquismo explotador pro imperialista yanqui y así arengó a los chilenos con “Yo pisaré las calles nuevamente”, que tanto le gusta a Alberto Mueller, que la consideró en el programa de José A Albertini un “clásico”, claro, hablo de un tipo que fue capaz de “fundar” con otros en la prisión el partido marxista-cristiano, con celdas oficinas para reclutar “personal” y cuyo objetivo era destruir el presidio político plantado proceso calzoncillos.

      Todavía Pablo no ha hecho semejante reclamo en cuanto al exilio o a la oposición dentro de Cuba. Como que su problema es de rencor, pues puso una curita de mercuro cromo que contemple, además, el buen recaudo ante la presión de la caldera que ya comprobó que está en el límite soportable; entonces mejor nadar de orilla a orilla, como el relevo 4 x 100, pero de espaldas.

      Queda por ver qué dirá Alarcón, que tanto le gusta que le pregunten para no decir nada, sobre lo que Pablo ha expresado; también si lo vuelven a “invitar” a la Tribuna y lo que diría; si vuelve a cantar en un concierto “para la juventud” y cuántos asistirían además de las Damas de Blanco como reciprocidad de gesto.

      Si todas esas cosas y otras le salen a Pablo “jorobás”, entonces está muy molesto por lo de la negativa a permitirle la Fundación; está por verse si la dictadura comienza el trabajo de virarle al público que siempre lo considero “mejor que Farrés” y lo que diría ese público que “le abrió su corazón” durante 42 años; lo que puede pasar y José Abrantes es un ejemplo relativamente cercano. Quiero leer lo que la cronista de La Habana de hoy escriba, por cierto, sospechosamente, aún no ha dicho “esta boca es mía”…por algo será, aunque siempre habrá un mañana para todo. O estará analizando con Macho el material de su promotor Carlos A Montaner.

      A mi modo de ver, es muy tarde para que metan una guayaba envuelta en la partitura de Pobre del Cantor o de Yo vivo en una sociedad perfecta, por lo menos para mí, “se les fue la guagua”.


sábado, 27 de agosto de 2011

Democracia con salideros, no...


Por Andrés Pascual



       Hace màs de un año que escribí un artículo para Nuevo Acción titulado “Hombres de Castro en la disidencia”; precisamente, porque en aquel momento se produjo una proposición por un miembro excarcelado de la llamada Primavera Negra del 2003, de apellido Alvarez, parecida a la que hicieron desde la Isla “74 opositores” con respecto al embargo y a las visitas a Cuba sin restricciones para nadie.

       Yo no tengo dudas de que entre la libertad de Cuba, los medios para lograrla y la unidad necesaria entre todos los que la reclaman existen intermediarios del castro-comunismo cuyo objetivos es impedirla…allá y aquí; propios y extraños.

       No le creo a nadie, a estas alturas, que diga que propone como acto de buena fe la suspensión del embargo a la tiranía castrista. A fin de cuentas, aquella medida de 48 años no fue un abuso contra un inocente; sino un castigo a un ladrón que el tiempo y los acontecimientos convirtieron en un símbolo de la lucha contra la dictadura y un arma de la oposición, respaldada juiciosamente por el gobierno de Estados Unidos…

        Para darle de comer al pueblo no se ha necesitado nunca del levantamiento de las sanciones ni para “cogerle un salidero a una gotera de un techo particular de hombres de a pie”, para eso se requiere amor por su país como dirigencia; voluntad de mejorar la situación económica y cesar la política, que nunca debieron iniciar, de reprimir al pueblo por la vía del hambre y del terror como canal de concentración de poder para eternizarse en el mismo tiránica y dictatorialmente; porque el castrismo se implantó en la Isla y sobrevive gracias a la combinación de hambre y terror impuesto a la población. En democracia, sin absolutismo criminal de grupo de poder ni sucesión familiar monárquica de mentalidad medieval, nunca hubieran existido las sanciones impuestas

        Cuando en 1977 Barbara Walters cuestionó a Castro sobre lo beneficioso del levantamiento de las restricciones, el tirano se burló y le dijo que “…para comprar autos, no; para comprar cuchillas de afeitar, no; para invadir el país del consumismo nocivo, no…” y, sencillamente, esa política, que es vigente y se debe entender como la única posible al revés, creen los defensores de la suspensión del embargo que ocurriría si se practicara su tesis.

       Lo otro que se tiene en cuenta, considerar al embargo como el tapabocas a la dictadura porque ya no habría justificación a los males, no es muy objetiva que digamos, porque esa tiranía siempre ha dicho lo que le ha dado la gana en la cara de todo el mundo, aun con pruebas incuestionables a la mano…o, ¿Acaso fusilar 3 inocentes que inentaron huir de ese infierno no es algo más grave que el embargo? Y el dictador, luego de un paquete de mentiras y justificaciones de cuanta violación del derecho civil existe, no solo lo presentó como un acto “revolucionario justo por la supervivencia de la Revolución”; sino que, por la vía de un documental de Oliver Stone para el mundo, lo reafirmó y colocó a varios implicados en plano de “autocríticos” contra su acción y a favor de la fe revolucionaria… ¿Cómo se tomó aquello; porque esos infelices solo pretendieron hacer lo que otros hicieron en 1994, autorizados por el propio Castro cuando la noria balsera? Como si con ellos no hubiera sido, sencillamente.

     En los últimos días la dictadura antillana volvió al rejuego de convertir en una Torre de Babel a la oposición, sobre todo, al alimentar el enfrentamiento entre los que están allá contra los que estamos aquí; entre lo “viejo y lo nuevo” al producirse la llamada Carta de los 74 que, casi seguro, se sugirió desde el cómodo asentamiento de algún potentado “exiliado” con un amanuense en la Isla.

      La única intención posible cuando se trata de dividir alrededor del embargo nace en la administración Obama hoy, como ayer lo fue en la de Carter o en la de Clinton y el objetivo que persiguen estos gobiernos demócratas, con algún apoyo republicano interesado, es el de controlar la riqueza económica del país con inversionistas, pero con el castrismo allí como capataz de esa gran finca, que no por gusto en las listas de reclamaciones a sus propiedades robadas hace 50 años, no aparece un solo cubano afectado: los castristas como capataces serían un negocio redondo que, para comenzar, no trae el lastre del sindicato independiente, así que ni compensaciones individuales por accidentes laborales entrarían en el compromiso entreguista.

       Esta política es de total apoyo de ciertos cubano-americanos, de algunos “vida muelle” de por acá como Joe García, Jorge Mas Santos o Carlos Saladrigas, a quien señalan como la mentalidad gris no solo detrás de la carta de los 74, sino de varias proposiciones entreguistas muy peligrosas para la libertad de Cuba.

       En estos días algunos comentaristas políticos poco objetivos o demasiado realistas en la acera equivocada, han sugerido que el asunto cubano debe quedar en las manos de quienes están allá, ¿Por qué? ¿Bajo cuál condición moral se desacredita al exiliado que, muchas veces, extinguió enormes sanciones carcelarias en la lucha por esa libertad que hoy le es negado hacer desde otro frente de batalla? ¡Ah! Pero el luchador ayer en las calles y montañas de Cuba y hoy desde el exilio, al que llegó desterrado, expulsado sin condiciones, es intransigente en su lucha, sin concesiones, sin paños tibios y eso, para los que no son verticales, es un obstáculo; ese es el problema que hay: intereses personales aunque haya que sacrificar la moral, el patriotismo y la vergüenza. Las circunstancias y el paso del tiempo demuestran que nadie puede luchar contra Castro dentro de Cuba si no tiene detrás, como fuerza motriz de todo tipo, al exilio.

       La aplicación de la llamada Ley 88 o Mordaza es cruel; pero en 1978 Nicolás Riverón Fernández fue a prisión con 8 años de sanción porque dijo: “Cuba no se puede desarrollar sin Estados Unidos al lado” “Cuba es un satélite de la URSS” y “Aquí no se puede hablar”; cuatro años después, el anciano Florencio Rodríguez recibió cinco por decir “el pan de esta gente no hay quien se lo meta…”; otro anciano, Gabriel Soto Cuesta, de 76 años entonces y con cáncer en el esófago, fue sancionado a 9 porque expresó “ustedes no cumplen con lo que logró Jesús Menéndez porque el diferencial azucarero es del obrero y no son nadie para quitárselo”, yo leí esas sanciones en prisión y muchos que estamos aquí. Riverón está en Nueva York. Nada de eso era tan grave; ni si lo hubieran dicho por teléfono a un show de prime-time de Miami ni puesto en un blog ni creído por nadie en su momento ni reconocido hoy cuando se habla de la Ley 88 como si fuera el fin del mundo. Esa ley es injusta, pero, ¿Cómo se puede nombrar aquella que sancionaba a un infeliz por decir algo en su desesperación?

       En el exilio no hay vida muelle para los luchadores, sí para las mentalidades adineradas que conceden y pretenden espacios de influencia a través de los cuales puedan repartirse una riqueza nacional que les queda grande. Vida muelle hubo en la disidencia ex oficialista como Espinosa Chepe, por eso se arrastran a los pies de los de aquí e, incluso, a los castrocomunistas aún y firman cartas, como ellos mismos, desprestigiadas… Antúnez no ha vivido la vida muelle, por eso se opuso ni Biscet…esos son la esperanza única de Cuba, digna de todo el crédito posible y están “allá adentro”

       Aparentemente, el apoyo a los viajes de los americanos, que es una curiosidad sospechosa no solo porque han viajado los que quieren burlando la ley; sino porque todo el resto del mundo lo puede hacer y lo presentan como una “solución docente-ideológica a los problemas del pueblo”, lo relacionan con el llamamiento del  Papa en La Habana consistente en “que el mundo se abra a Cuba” sin tener en cuenta la otra parte, “que Cuba se abra al mundo” para lo que  no cuenta el pueblo, porque nada decide; pero lo grave y peligroso es que la propuesta es a Obama y tiene como objetivo encubierto no solo eso; sino restablecer relaciones plenas con el castrismo, apoyado un consenso de la población cubana favorable para cumplir con efectividad las palabras recientes del Sec. de Agricultura, quien dijo que “el exilio no sabe nada de Cuba”, exactamente la posición del mercenario de aquí y de allá que dice, por interés personal, “lo apoyo porque esa gente son los que sufren”, como si el exilio verdadero nunca hubiera sufrido el crimen y la represión.

        ¿Cuál es la razón del interés por el viaje del americano a Cuba? ¿Qué los negritos de Jesús María se sumerjan en las aguas más contaminadas del mundo buscando una peseta? ¿Acaso se cree que los americanos van a ser habilitados con una habitación de cada casa cubana como aula en la que enseñaran principios de economía capitalista y manuales de derechos humanos a toda la familia? ¿Cuál es realmente el objetivo que esconde ese apoyo  más allá de beneficiar a un americano que, tal vez, nunca verían si no pueden ir a Cayo Coco?

       El problema de las visitas de los americanos a Cuba lo veo como una falta de respeto; porque a Cuba vuelan diariamente miles de cubanos residentes en el exterior que llevan más que la peseta que tiraría el americano en la bahía como acto de circo limosnero; o que el chiclet y el Marlboro que, dudosamente, pueda regalar.

       Pero por la parte más sensible, la de rescatar ideales perdidos por tantos años de imposiciones y de negación de la historia patria y universal a través del cuento sobre el modo de vida capitalista, ¿Cómo podría un americano expresar mejor algo relativo a lo malo que es aquello que un miembro de la familia que se fue con las manos vacías y, al año, regresa con muchísimo más de lo que dejó en calidad de ayuda única a sus penurias? Que también viaja con el ultimo juego de la NBA, de la Serie Mundial o de lo que hizo Kendry Morales en Anaheim en un compacto; con una olla Hitachi; o con gomas para una bicicleta, además, con todo el día y la noche para hacer el cuento de la situación real de aquí, en verdadero plan de instructor socio-político-económico y contando lo que paso en el barrio de al lado, que ellos nunca se enteraron, porque no tienen ni FOX  ni Telemundo. O explicándoles quién es Yoani Sànchez a una familia en Pinar del Río, Camaguey o el reparto la Corea en San Miguel del Padrón que, según muchos que regresan de visitas, allá no tienen ni ideas.

       El que pretenda imponer las visitas de americanos a Cuba como reflejo de lo que se puede lograr en democracia; o en carácter de ayuda popular; o como influencias a un cambio que del modo como lo piden sería en la forma de reprimir y explotar, no es más que un equivocado ante la realidad, que los debe haber en el grupo de los 74; alguien a quien utilizaron sin saberlo, que pudiera ser; o, como son la mayoría, espadones del castro-comunismo con reflejos en la Casa Blanca.