Por Andrés Pascual
Joe García fracasó en su intento por alcanzar el Congreso, porque es un fracaso político; eso debería saberlo desde hace rato su principal promotor y soporte financiero, que no es solo Jorge Mas Santos, sino la familia castro-comunista de Miami completa.
De una organización “sin fines de lucros políticos partidistas”, la FNCA degeneró en el arma perfecta de apoyo al castrismo, superior y más importante que todo el grupo de ratas que creen que la tiranía los estima, desde Menoyo a Max Lesnick, con un buen espacio en el centro para que se incluya a los demás y, como que el Ajuste Cubano sigue viento en popa, a quien aparezca en el horizonte.
Cuando Mas Santos se hizo cargo de la ex organización por la libertad de Cuba, cambió la imagen y el sentido de la lucha de su padre, que debió respetarse como su legado principal en políticas posteriores.
La alternativa izquierdista del una vez más poderoso grupo contra la tiranía cubana, rompió el compromiso del patriarca de moverse tanto en aguas republicanas como demócratas con seriedad y solo con la libertad de Cuba como única tarjeta de presentación; entonces volcaron con malas intenciones todo su apoyo hacia el partido de los Kennedys, lo que les ocasionó la pérdida de credibilidad y apoyo dentro de las filas republicanas como respuesta a una traición que no era partidista, sino a los ideales que soportan y conducen la lucha contra la tiranía.
Sin embargo, pudiera ser que esa traición, más allá de lo que el propio Mas Santos ha pregonado como “nueva mentalidad de su joven liderazgo”, tenga su origen en la forma poco competitiva como ha manejado el negocio familiar y, porque los tiempos han cambiado tanto, consideren que el pueblo cubano no es más “el pueblo cubano”, luego la entrada a Cuba como parte de la invasión inversionista de auras tiñosas que se vislumbra, capaz de salvar de la catástrofe en lo financiero al grupo familiar, tiene que ser de la mano demócrata, apoyada como su “representación natural” junto a los intereses europeos por la “oposición y la disidencia” repleta de ex oficialistas y de carroña del MININT, afectados porque les quitaron los beneficios en la Isla; o, sencillamente, infiltrados en esos grupos.
Como que la disidencia es un cachumbambé, en el que algunos como Martha Beatriz Roque firman un documento realmente patriótico hoy y mañana hacen un llamamiento contra la lucha obligatoria por la calle; o firmen otro en el que acepten compartir “constituyentes y cosas de esas” con el oficialismo; pues la FNCA se ha podido dar el gusto de esta nueva “toma de conciencia traidora”, creyendo que manipula a aquella gente sin darse cuenta que la cosa es al revés y costosa.
Pero, tal vez como condición exigida por el partido demócrata para apoyarlos “hasta la tabla”, han tenido que conceder la relación con el castrismo abierto de Miami y habló de Max Lesnick, de Fariñas, de John Cabañas…que se manifiesta cada vez que presentan como candidato a Joe García y reciben como donaciones el dinero de la dictadura a través de estos individuos.
Esa relación con los soldados del castrismo por acá es una contribución importante no solo a esas derrotas en los intentos del otro “chico de mentalidad nueva visible” por convertirse en congresista, sino al desprecio que se han ganado en el exilio.
Como que lo saben, pues han abierto otro frente de batalla combinado con La Habana, que consiste en defender de la opinión pública a García en el que Aruca y el Inmundo se encarguen de pretender confundir al que se deje con acusaciones contra “el candidato Manchuria” de la FNCA.
Ninguna política que desapruebe la tiranía, que pone el dinero, puede ser ejecutada por estos grupos de comunistas de aquí; por eso apoyan a Obama, aunque, de vez en cuando, Fariñas escriba alguna basura barnizada en Juventud Rebelde; o en sus programas radiales, patrocinados por la izquierda con dinero castrista, que es la base del enriquecimiento de estas cucarachas, digan algo falsamente desfavorable al radical de la Casa Blanca; por tal razón, si el dinero de Castro corrió en la carrera por un escaño congresional de Joe García, es porque a la dictadura le interesa la posición que pueda alcanzar “otro de sus elementos aquí”, que sería muy importante por el nivel, que no es cualquiera, sino en las altas instancias de la política americana.
Lo que si no está dispuesta a continuar la tiranía es a seguir botando el dinero con un candidato repudiado, entre otras cosas, porque, de forma estúpida, aceptaron que el nombre de John Cabañas y otros apareciera en las listas de contribuciones a su campaña.
A tal efecto, ya Jorge Mas Santos, Max Lesnick, Inmundo y todo el mundo saben que se inició “el cambio”, especie de limpieza de imagen del “eterno perdedor”, que lo presente como nadie va a creerlo nunca, ni más ni menos que como lo que han estado diciendo por radio: que es un enemigo de ellos; es decir del castrismo…
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