Por Andrés Pascual
A veces imagino a Obama como un “zangaletón” ( palabra utilizada en Cuba para identificar niños “más viejos” que abusaban con los más pequeños, sinónimo de “jarretú) en un cumpleaños, tratando de romper a batazos la piñata, tirando golpes a diestra y siniestra; pero con la venda algo levantada de un lado para ver el objetivo.
El tipo es un tramposo, un mentiroso y un ineficaz que, de inteligente ni la “i”… por lo único que podían proponerlo como genio aquellos que se embarcaron en la campaña sucia que lo llevó a la Casa Blanca, fue por la cantidad de basura que hablaba, lo que aún lo distingue. Un evidente similar de Fidel Castro: “m….a y mentira na’má”.
Para The New York Times, pudiera haberse producido un cysma entre el Departamento de Estado y la Casa Blanca, con algún que otro personaje involucrado como Joe Biden, por cierta contradicción en las declaraciones de apoyo y la forma de hacerlo, a la novísima y definitiva “revolución islámica” egipcia; según el diario, “Obama apoyó la extracción de raíz de la pieza; mientras, la Clinton, Biden y algunos más entendían que era necesario un tratamiento antibiótico para neutralizar “la infección”; quizás hasta septiembre. Fueron dos discursos diferentes, pero elucubrados por una sola mentalidad gris con objetivo definido, a pesar de que incluyeron hasta un ridículo presidencial al informarse, cada 5 minutos, la dimisión de Mubarak.
¿A quien apoyó y apoya esta Administración? A la reacción radical y extremista musulmana. A fin de cuentas, este “soldado de Alá” de nueva y rara factura, que dirige el destino de la nación americana, llegó a donde no debió nunca por la promesa-encomienda de pisotear lo que George W. Bush hizo en asuntos de relaciones con aliados notables por la economía y la seguridad americana; esa fue su plataforma política y solo eso ha hecho.
El gobierno de Colombia le pidió una extensión al Departamento de Estado americano de la inmunidad de Alvaro Uribe para evitar cualquier exceso del extremismo comunista con pretensiones de colocar al ex mandatario en alguna de esas sillas de acusados que se generan en las mentes de enemigos de la estabilidad de los pueblos, como el juez español Baltasar Garzón.
Los Chicos de Hilaria y Husseim dejaron rodar la pelota hasta que se cumplió el plazo para la extensión…sin embargo, Garzón es un “niño de teta” al lado de esta gente.
La Corte Federal del Distrito Columbia quiere a Uribe para que declare en un proceso abierto contra la transnacional del carbón Drummond Company sobre su relación con la AUC (Autodefensa Unida de Colombia), clasificada como terrorista por los americanos y acusada de cometer asesinatos en un departamento del país, a favor del grupo americano que, según dicen otros, tuvieron como objetivo detener el avance guerrillero de las FARC en la zona, ¿Cuántos muertos eran “inocentes campesinos” y cuántos colaboradores o miembros de la narcoguerrilla comunista, tal vez implicados en acciones violentas con crímenes a su haber? ¿Cuántos de esos “asesinados” ofrecieron apoyo logístico para secuestros? Esta es la clase de datos que nunca ofrecen los protectores de la pandilla manejada por la tiranía castrista y por la nueva Dañera del Miedo a través de MOVICE (Movimiento Nacional de Víctimas del Estado), que fueron los que presentaron la denuncia.
Se dice que la no reactivación de la inmunidad pudiera generar problemas entre ambos gobiernos. Bien, ¿Quiénes le interesan a esta desprestigiada ya y peligrosa administración demócrata, Colombia o el franco territorio de “no patria” que crean los terroristas musulmanes o los comunistas en el poder con lo del internacionalismo y sus similares? A fin de cuentas, la desconsideración al Tratado de Libre Comercio también es otra agresión del “ala izquierda ultraliberal” (demócrata) a ese pueblo, con la venenosa y vergonzosa justificación de que “existe violencia contra los sindicatos” y violaciones de los derechos humanos.
A Uribe no le reactivaron la inmunidad, porque, de alguna forma, esta Administración quiere verlo como acusado en algún banquillo que procese a asesinos por terrorismo o por crímenes de lesa humanidad.
El nerviosismo del Husseim presidente porque se consolidara la deposición de Hosni Mubarak lo más rápido posible no tuvo que ver con “los sueños de democracia” y toda esa berraquería moderna que suplanta a dictadores aliados para abrirles las puertas a otros peores que, después, atentarán contra la seguridad internacional e implantarán el neoesclavismo.
Igual para Egipto que para Colombia: esta gente que manda hoy en Estados Unidos son enemigos declarados de las libertades de los pueblos y de los que no colaboren con los nuevos inquisidores escogidos por ellos, sostenidos por ellos y propiedad de ellos.
Reedición
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